Al pan, pan y al cine, del Toro

La Forma del Agua, la mejor para Hollywood.

          A pesar de tener trece nominaciones La Forma del Agua sólo se quedó con cuatro premios Oscar, aunque dos de ellos de los más importantes. Mejor Diseño de Producción, Mejor Música Original, Mejor Director y Mejor Película.

         En el momento de subir al escenario a recibir el Oscar, el mejicano Guillermo del Toro, director también de El Laberinto del Fauno, Hellboy y Pacific Rim, agradeció como es típico a sus conocidos y seres queridos. Pero lo más interesante es que homenajeó a los directores Steven Spielberg (E.T., Rescatando al Soldado Ryan), William Wyler (La Princesa que Quería Vivir, Ben-Hur), Douglas Sirk (Imitación de la Vida, Escrito en el Viento) y Frank Capra (Qué Bello es Vivir, Arsénico y Encaje Antiguo). Contó que de chico en México era un gran admirador de las películas extranjeras. Del Toro, al recibir el premio mayor, se tomó el tiempo de reconocer a sus maestros. Grandes del cine clásico que le infundieron su amor por las películas. De ese amor son fruto las películas de Guillermo Del Toro. Que más allá de crear propios universos monstruosamente originales, en sus obras sobrevuela un espíritu clasicista del cine. Aventuras fantásticas, atractivas y apasionantes para un público masivo en el romance de una empleada de limpieza muda con un mutante anfibio. Eso es La Forma del Agua.

         Quizás, este premio para Guillermo del Toro debamos leerlo de la siguiente manera. Un premio para una mirada nueva en Hollywood pero que a su vez revive constantemente lo mejor de su historia. Tal vez debamos apreciarlo como un aviso. Para pensar que, cuando a Del Toro le sacaron a último momento la dirección de El Hobbit, se equivocaron. También para concientizarnos del peligro que supone que ganen terreno los Ryan Johnsons del cine con riesgo de arruinar cosas tales como Star Wars.

         Cuando veamos la segunda parte de Pacific Rim, pronta a estrenarse, y notemos que es inmasticable como las últimas de Transformers porque esta vez no la dirige Guillermo del Toro, entenderemos que vale la pena hacerle el aguante a los directores que fueron inspirados por el trabajo de los grandes maestros del melodrama y el cine de aventuras. Si es que queremos disfrutar por varios años más de las buenas películas.

         Crítica de La Forma del Agua aquí.

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