Mientras estaba en una fiesta con familiares, arrasaron con la casa del DT Ricardo Rezza

Fue en la madrugada de ayer en 4 entre 56 y Diag. 79. Los ladrones dañaron muebles y revestimientos de paredes en busca de dinero

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“Es extraño lo que pasó. Creemos que era gente que sabía bien lo que hacía”. A media tarde, Lucía Rezza, hija del ex jugador y reconocido entrenador de fútbol, Ricardo Rezza, todavía mostraba desconcierto por el robo que sufrió en la vivienda de 4 entre 56 y diagonal 79, que comparte con sus padres. En ausencia de la familia, delincuentes vulneraron la cerradura de la entrada principal y pasaron varios horas desarrollando lo que se calcula como una exhaustiva revisión de todos los rincones, en búsqueda de un botín que, en las primeras cuentas, resultaba escaso: “No vimos que se hayan llevado más que pulseras y un reloj”, indicó la joven.

El ataque a los Rezza subió el nivel de alerta en el vecindario, donde ayer reclamaron por la reiteración de episodios de robos.

“Parece obra de gente que no improvisaba, que estaba equipada y buscaba dinero, porque revolvieron cada rincón. Además, tajearon los sillones y hasta rompieron paredes, como si hubiesen buscado en lugares ocultos”, indicó la hija del DT que últimamente se desempeñó como gerente del área de fútbol en Gimnasia.

Había vuelvo al club en el que se desempeñó antes como jugador profesional y entrenador, tras un exitoso paso por Temperley, club con el que logró al ascenso a la primera división del fútbol argentino.

obra de especialistas

En la familia no descartan que el delito que les tocó padecer fuese obra de especialistas, que creyeran contar con algún tipo de información acerca de los movimientos de la familia y dinero guardado en algún rincón seguro y secreto.

Según el detalle que brindó Lucía, los ladrones actuaron durante la madrugada de ayer, con la casa vacía.

“Nosotros estábamos afuera, en una reunión familiar y no dormimos acá. Entraron por la puerta del frente, sin romper la cerradura y cortaron los cables de la alarma”.

Tras vulnerar las medidas de seguridad, los delincuentes se dirigieron a la planta alta del edificio, donde está la vivienda (abajo hay locales comerciales) e iniciaron una tarea que duró varias horas, según se presume. Se cuidaron de no dejar huellas con sus manos, ya que usaban guantes, según indicó la joven.

COMIERON EMPANADAS

No obstante, es materia de la investigación si quedaron impresiones en utensilios de cocina y alimentos. “Comieron empanadas y tomaron yoghurt”, detalló Rezza en referencia a la noche del domingo al lunes.

Si bien no hay datos acerca del horario de ingreso, la chica apuntó que “en el dormitorio de mis viejos desconectaron todos los artefactos eléctricos y en el reloj quedó marcado que eso fue a las 2.50 de la mañana”.

Se calcula que estuvieron mucho más en la casa. Vecinos de un edificio contiguo indicaron a la familia damnificada que “a las 7 de la mañana se escuchó mucho ruido”. Adentro, quizás todavía seguían moviendo muebles, y atacando un revestimiento de madera en la cocina. Aunque tuvieron a disposición las llaves para llegar a todas las áreas del inmueble, que ubicaron en un manojo ubicado en una zona protegida de la planta baja, también destrozaron una puerta interior.

Los Rezza se encontraron con el desastre por la mañana. Los vecinos notaron que algo no andaba bien cuando encontraron un cartón sobresaliendo entre la unión de las dos hojas de la puerta de calle. “Quizás usaron el cartón para trabarla, cuando se fueron”, indicó un vecino, quien encontró ese panorama en la mañana.

A media tarde, la familia todavía padecía el desorden y los destrozos generados por los ladrones. A esa hora terminaban los peritajes a cargo de los técnicos de la Policía Científica y los Rezza podían iniciar las tareas de limpieza y reacomodamiento.

También cómo mejorar la seguridad: “Hace mucho que vivimos acá y nuca pasó nada. Ahora empezamos a hablar sobre la idea de poner otra alarma y yo venía planteando la necesidad de colocar rejas en la planta alta, pero eso es para analizarlo”, indicó la hija del entrenador.

Mientras tanto, los investigadores comenzaron a analizar datos recogidos en la escena del delito y a buscar testigos de movimientos en la cuadra. También se analizan imágenes de cámaras privadas y del monitoreo urbano.

En la zona vienen observando situaciones de peligro en otras viviendas. “En un periodo de pocos días, no más que una semana, hubo un robo a una casa de 56 entre 3 y 4, y otro en 56 entre 4 y 5. Necesitamos que haya patrullaje, más control”, indicó una vecina de la cuadra.

Otro vecino que habló ayer con este diario sostuvo que “el barrio está imposible. Sabemos que en el Centro hay robos, pero acá empezó en estas últimas semanas”.

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