A plena luz del día, audaz golpe en el último piso de un lujoso edificio de Plaza Moreno

Después del mediodía, forzaron una puerta lateral del acceso principal. Lo mismo hicieron en el noveno piso. Habrían robado alhajas

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La lista diaria de delitos en el Centro sumó ayer un audaz golpe en un edificio ubicado, plaza de por medio, a unos 200 metros del Palacio Municipal. Los ladrones no se cuidaron en nada: llegaron a eso de las dos de la tarde, barretearon una puerta de madera secundaria de la planta baja, situada a tres metros del acceso principal y subieron hasta el último piso, donde volvieron a usar la barreta de hierro para entrar y revisar en búsqueda de objetos de valor. Según pudo saberse, sólo encontraron algunas alhajas.

El edificio situado en 54 entre 13 y 14 tiene nueve pisos, cada uno con una sola vivienda, de las que en el mercado local se menciona como de alta gama. En el amplio último piso no había alguien que pudiera detectarlos u oponer resistencia. Según se calcula en el edificio, los ladrones tenían esa vivienda, como único objetivo de la intrusión ya que no se hallaron rastros de su accionar en otros niveles.

Según el encargado, en los otros departamentos tampoco escucharon ruidos de lo que sucedía arriba.

“Esto ocurrió después del mediodía, a eso de las dos de la tarde. Se calcula que los ladrones pudieron estar algunas horas ahí. Un vecino encontró la puerta abierta a eso de las cinco”, contó Denis Vives, encargado del edificio.

El cuadro encendió la alerta entre los consorcistas y se pidió auxilio policial. La recorrida por los nueve pisos arrojó resultado negativo. Sólo habían ingresado al noveno.

Según la Policía, el departamento no tiene habitantes permanentes y se encuentra en un proceso de sucesión familiar, tras el fallecimiento de su propietaria. Regularmente lo visita una familiar.

Cuando llegó la Policía y se avanzó con la revisión de la vivienda, se encontró el clásico panorama del escruche: todo estaba revuelto.

Según la información suministrada por la fuerza, no faltaron objetos de valor. Estaban todos los electrodomésticos y la familiar encargada de la custodia del departamento no pudo establecer en ese momento que hubiera otros faltantes.

No obstante, el portero señaló ayer que faltaron “algunas alhajas”.

En el edificio se calculaba que los delincuentes podrían haber llegado con información acerca de otra clase de botín en la vivienda.

Sobre el final de la tarde, la Policía avanzó con los peritajes en búsqueda de huellas y también solicitó al consorcio los imágenes del sistema de cámaras de seguridad con que cuenta el edificio. Hay dos en la zona del acceso principal y otras dos que apuntan hacia la cochera.

Durante las últimas semanas, la modalidad de robos en edificio registra varios antecedentes en el Centro.

El 22 de febrero se produjo uno de los casos más resonantes. En el tercer piso de uno de los edificios de 14 entre 42 y 43, no estaban los vecinos en ninguno de los tres departamentos del tercer piso. Se metieron y robaron en las tres viviendas.

La acción continuó a la vuelta, en un departamento de otro de los edificios de la zona, situado en el numeral 928 de la calle 42 (entre 13 y 14).

Según contaron dos de los tres damnificados del tercer piso, en el complejo de la calle 14 Nº 518, los ladrones actuaron en forma selectiva. Se llevaron plata, televisores y computadoras de las tres viviendas a las que ingresaron mientras se produjo un bache momentáneo en la presencia de los propietarios. Aunque no se precisaron los montos de dinero, una fuente vinculada a la investigación apuntó que se trata de sumas que están entre los 2 mil y los 3 mil pesos en cada caso.

En tanto, del cuarto departamento se llevaron una computadora y una cámara de fotos.

Estos episodios se dan en un escenario de constantes robos a comercios en la zona céntrica, con ataques nocturnos recurrentes a los locales. La ola, por la que se señala a un grupo de menores, también alcanzó a dos sucursales bancarias situadas sobre la calle 47, en el microcentro, donde se registraron boquetes en la zona de cajeros automáticos.

Mientras tanto, los vecinos del edificio de 54 entre 13 y 14, buscan evitar nuevas visitas de ladrones. Según explicó el encargado, ya tuvieron un encuentro con el administrador del consorcio en el que se analizaron refuerzos de las medidas de seguridad.

Cuando llegó la Policía al lugar encontró el clásico panorama de estos casos: todo revuelto

 

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