En la Docta, lo único tranquilo para el Lobo fue la espera, con una visita especial

Los mens sana tuvieron un viaje sin contratiempos y en la concentración recibieron a Darío Cavallo, que hoy trabaja en Belgrano

Edición Impresa

CÓRDOBA
Enviados especiales

El Lobo pisó suelo cordobés el viernes pasadas las 19:30 y de inmediato se dirigió en ómnibus al Orfeo Suites donde se hospedó. Solo hubo tiempo para acomodarse en las habitaciones y luego cenar y entregarse al descanso. Es que había sido un día largo, luego del entrenamiento matutino en Estancia Chica, el almuerzo y el posterior traslado a Aeroparque para viajar.

Ayer el desayuno fue optativo (entre las 8 y las 10). El que quiso bajó, otros prefirieron dormir, y en otros casos se armaron rondas de mate. También a media mañana algunos eligieron caminar por el hall y en las cercanías del hotel.

ALMUERZO Y AL KEMPES

A las 12 todo el mundo estuvo en el comedor para almorzar, ya que 13:20 debían estar listos para la charla técnica del Colorado Sava en uno de los salones del hotel. Luego de esto, partieron rumbo al Estadio “Mario Alberto Kempes” donde arribaron pasadas las 14.

Tras el encuentro regresaron al hotel donde merendaron y después encararon el regreso, en una jornada muy pesada y soleada, de mucha humedad y calor.

VISITAS EN EL HOTEL

En la mañana de ayer, se dio una vuelta para saludar a sus amigos y ex compañeros, Darío Cavallo, ex volante Tripero en la época de Carlos Griguol, y que actualmente es el técnico de la Reserva de Belgrano. “Che, estuve por la ciudad de las diagonales ayer”, dijo con su acento cordobés Cavallo, y se fundió en un abrazo con Darío Aurellio y Daniel Bertoya. Enseguida apareció Facundo Sava. “Qué hacés narigón”, le dijo entre risas Cavallo y otra vez los abrazos.

Cavallo se mostró feliz por el triunfo doble de Belgrano en La Plata ante Estudiantes, tanto en Primera como en Reserva donde fue protagonista por ser el DT. Apareció el doctor Pablo Del Compare y también el saludo afectuoso. “Mingo” formó parte de la “era Timoteo” en Gimnasia, dentro de una generaciónq ue fue protagonistapor años en lo más alto del fútbol argentino. Era uno de los jóvenes de aquellos planteles del Lobo.

Mientras tanto, en una parte de sillones, mate y termo en mano, Facundo Pereyra charlaba animadamente con el delantero cordobés, Claudio Riaño, actualmente jugador del Necaxa de México, justamente el club donde fue compañero del actual delantero tripero.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE