Una puñalada al corazón de un club que supo escribir páginas doradas
Edición Impresa | 29 de Abril de 2018 | 06:15

Por LEANDRO DUBA
lduba@eldia.com
El pueblo villero siente muchísimo dolor. Está moralmente abatido, no encuentra consuelo y sus lágrimas expresan sensaciones de angustia, fastidio y amargura. No es fácil digerir este golpe certero y demoledor que sufrió ayer Villa San Carlos, en Isidro Casanova, al perder con Almirante Brown y consumar el descenso a la tercera categoría del fútbol argentino. Un descenso que fue madurando hace cuatro temporadas (después de su incursión en la B Nacional), con campañas realmente muy pobres, que no estuvieron a la altura de las circunstancias, y que lo llevaron a convivir en el día a día con el fantasma del descenso.
Esta frustración futbolística, quizás la más dolorosa de los últimos años, tiene sus culpables. Tal vez no sea el momento de apuntar a alguien en particular, porque la sangre sigue en ebullición, pero que los hay, los hay.
Es cierto que a lo largo de los últimos cuatro años no hubo acierto de criterio en la contratación de algunos jugadores. Tal vez mal asesorada la dirigencia que comanda Alejo Colombo, que dicho sea de paso, dejará el cargo en agostó próximo. Pero también es cierto que se priorizó la cantidad que la calidad. Lo mismo sucedió con los cuerpos técnicos, que llegaron con todos los pergaminos a cuesta y terminaron siendo devorados por una situación que no se pudo enderezar jamás.
Tampoco existe un proyecto serio y confiable en divisiones juveniles. Donde la mayoría de los clubes construyen su futuro. En este tiempo, un puñado pibes surgió de la propia cantera, pero no tuvo la continuidad necesaria y en poco tiempo, desapareció como por arte de magia.
UNA ETAPA DORADA
Y pensar que hace apenas cinco años, Villa San Carlos se daba el gusto de concretar el logró deportivo más importante de su historia, al ascender a la B Nacional, de la mano de Ricardo Rezza. Algo impensado para un club que tiene orgullo y sentido de pertenencia. Y de codearse nada menos que contra Independiente, Huracán, Banfield, Unión de Santa Fe y Talleres de Córdoba, entre otros. ¿Quién lo hubiera pensado, no?
Pero esos recuerdos ya forman parte de la historia. Como el ascenso a la B Metropolitana (también histórico para la institución), en la temporada 2008/09, con un grupo de chicos que sintió la camiseta como muy pocos y que lo llevó a lo más alto del pedestal.
SE CUMPLIÓ UNA ETAPA
¿Qué sucederá de ahora en más?, es la pregunta que todos se formulan en Berisso.
Alejo Colombo, un hombre que estuvo ligado al club durante más de diez años, dejará su cargo en agosto próximo para darle paso a Juan Carlos Tocci.
Habrá que hacer borrón y cuenta nueva. Se vendrá una gran depuración en el grupo de profesionales; habrá que contratar al próximo cuerpo técnico (es un hecho de que Jorge Vivaldo se irá); y se deberá conformar un nuevo plantel que competirá en la edición 2018/19 de la Primera C, con un presupuesto completamente diferente al actual.
El Celeste sufrió el cuarto descenso de su historia. Y vuelve a la C luego de una década
San Carlos necesita resurgir de entre las cenizas y volver a las fuentes. Y en agosto iniciará su etapa de reconstrucción.
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