Protesta gremial con corte de calle por 14 despidos en una tradicional confitería

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Con un corte en calle 8 casi 47, el Sindicato de Trabajadores Pasteleros protestó ayer durante dos horas por el despido de empleados de una tradicional confitería de la Ciudad. Mientras se denunció que se adeuda a esos trabajadores los salarios de febrero y marzo y las indemnizaciones, la firma gastronómica comunicó que la medida fue para evitar el cierre definitivo y el despido de la totalidad de los empleados.

Pese a la lluvia que caía al mediodía torrencialmente, medio centenar de personas nucleadas en el Sindicato de Pasteleros se concentró frente a las puertas del local y se repartieron volantes en los que se consignó: “los trabajadores del sector fábrica y locales denunciamos: 14 familias en la calle, falta de pago mes de febrero, marzo e indemnizatorio, retención indebida de aportes, malos tratos y despidos arbitrarios”.

Julio Cuenca, representante de los trabajadores pasteleros señaló que de 64 trabajadores que tenía la empresa despidieron a 14 en los primeros días de marzo.

“Se hicieron cuatro audiencias en el ministerio de Trabajo, pero quieren concursar con cambio de razón social para no hacer frente a las obligaciones; en enero y febrero no le pagaron los sueldos a los despedidos, cinco se desempeñaban en la fábrica”, apuntó el sindicalista quien además indicó que la mayoría tiene una antigüedad que ronda los 10 años y entre los despedidos hay dos mujeres, una que fue madre hace dos meses y otra, que está a cargo de un hijo discapacitado.

“Trabajan bien - dijo en relación a la confitería - y no se entiende que estén pagando los sueldos en varias veces”, agregó el dirigente.

CONCURSO PREVENTIVO

Por su parte, Emilia Erquiaga Jaurena, apoderada legal de la confitería Monserrat, reconoció que la firma atraviesa una situación difícil y que por eso se llamó a concurso preventivo.

“Se enviaron 13 telegramas de despidos sobre 64 personas que había en planta, era eso o cerrar y despedir también al resto”, apuntó la apoderada.

En esa línea la abogada reconoció que fue “malo” tener que despedir empleados, pero que a través del concurso preventivo se intentó salvar la empresa.

“Frente a la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones con medios normales, sin apelar a préstamos usurarios o a mal vender los bienes, el concurso preventivo es una alternativa, antes de disponer la quiebra”, señaló Erquiaga Jaurena.

Con relación al momento que atraviesa la tradicional confitería, se indicó que en líneas generales el rubro no está bien por el aumento de los costos laborales y de las materias primas, lo que habría llevado a los responsables a endeudarse hasta que la situación se tornó delicada.

La apoderada sostuvo que el concurso preventivo es un instrumento para que el negocio siga abierto, ya que impide que se ejecuten los bienes.

“Todos van a cobrar lo que se les debe, pero luego de que un síndico verifique la deuda, entre los que están los acreedores laborales, ellos cobrarían con un porcentaje del neto de cada mes, si no hay dinero suficiente para pagar la totalidad”, afirmó la apoderada.

En relación a los tiempos para saldar los montos adeudados la abogada estimó que sería en unos dos meses y a través del pronto pago laboral.

En tanto se informó que los trabajadores en actividad cobraron el mes de febrero a fines de marzo y se adelantó que ese mes lo empezarán a cobrar en abril.

“Le pedimos al sindicato de pasteleros que no haga piquetes frente a los negocios porque con ese método semi extorsivo no dejan ingresar a los clientes y perjudican mas la situación”, concluyó Erquiaga Jaurena.

 

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