Lula quedó detenido, luego de un intento de aglutinar a sus partidarios
Edición Impresa | 8 de Abril de 2018 | 02:37

SAO BERNARDO DO CAMPO Y CURITIBA
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva quedó ayer detenido y era trasladado a la cárcel de Curitiba, donde deberá cumplir la condena a 12 años y un mes de presión a la que fue sentenciado por un presunto caso de corrupción, que de todas formas sus abogados reiteraron que volverán a apelar.
La entrega se produjo después de que escenificara momentos de tensión con sus propios simpatizantes, hechos que coronaron tres días de fuertes emociones de cara al encarcelamiento de quien fuera un mandatario ampliamente popular y que ahora enfrenta acusaciones de corrupción.
Pocas horas antes, Lula dijo ante miles de simpatizantes que se entregaría a la policía, pero insistió en su inocencia y en que su condena por corrupción era simplemente una manera como sus enemigos pretenden impedir que se postule y posiblemente gane de nuevo mandato presidencial en octubre.
Sin embargo, cuando Lula intentó marcharse para entregarse a las autoridades, decenas de partidarios bloquearon la salida donde un vehículo que lo transportaba intentaba retirarse.
“Rodeen, rodeen (el edificio) y no permitan que lo arresten”, pedían a gritos los simpatizantes. Después de unos minutos de tenso intercambio de palabras entre guardias y simpatizantes, el ex presidente salió del vehículo e ingresó en la sede del sindicato de trabajadores metalúrgicos donde se había resguardado.
Vehículos policiales habían rodeado el sindicato, lugar de donde Lula ascendió al poder, lo que incrementó el temor de enfrentamientos. Lula apareció por segunda vez poco después de entrada la noche, esta vez rodeado de varios guardaespaldas que empujaron hacia atrás a los seguidores que trataban de evitar que saliera.
Lula subió a un vehículo de la policía en un convoy de autos. El ex mandatario fue trasladado a una delegación policial en San Pablo. Y de allí fue trasladado a la ciudad de Curitiba para comenzar a purgar la pena en una ceda especialmente acondicionada y con baño privado.
EL ÚLTIMO ACTO
Lula había anunciado en horas del mediodía, casi 20 horas después de cumplido el plazo para que se entregara a la Policía ante miles de simpatizantes dijo que finalmente no mantendría su resistencia a la orden de arresto.
“Voy a cumplir la orden de cárcel (...) y cada uno de ustedes se transformará en un Lula”, afirmó el ex mandatario desencadenando un clamor unánime de “¡Soy Lula! ¡Soy Lula!”
El ex mandatario, insistió en que su condena obedece al propósito de evitar su regreso al poder en las elecciones de octubre, en las cuales es favorito en los sondeos.
“Hace mucho tiempo que soñé que era posible gobernar este país incluyendo a millones de personas pobres en la economía, en las universidades, creando millones de empleos”, proclamó, antes de ser sacado en andas del camión de sonido sobre el cual se había improvisado una capilla.
(AP, EFE, AFP y TÉLAM)
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