Banda de punk y metal rompió el embargo y tocó en La Habana
Edición Impresa | 14 de Mayo de 2018 | 03:41

El salón rosado de La Tropical, catedral del son y de la rumba en La Habana, prestó su altar para el mayor conciliábulo de punk en Cuba, hasta ahora: los estadounidenses de Suicidal Tendencies dejaron en claro que el embargo no detiene la música.
Enemigos durante la guerra fría, Estados Unidos mantiene un embargo económico contra la isla hace casi seis décadas. Pero el punk, por su naturaleza rebelde, parece haber llegado a brazo partido, nadando hasta La Habana, hace mucho tiempo. Las relaciones se han hecho más tensas con la administración de Donald Trump.
No es habitual ver a un punk caminando por calles cubanas. Si no es una orquesta de música popular, es el reggaetón estridente el que brota en cada esquina de la turística “Habana Vieja”. Pero el fin de semana, como si se tratase de gárgolas que cobran vida en la oscuridad, cientos de jóvenes de camisetas negras e intimidantes tatuajes emergieron al encuentro de la legendaria banda de los ‘80.
La banda cubana de metal Zeus calentó el ambiente. En la isla revolucionaria de los hermanos Castro también hay “pogo”, pero los asistentes saben que al más mínimo gesto de revuelta, la Policía Nacional Revolucionaria puede terminar con un concierto por el que pagaron entre 1 y 2 dólares, en una isla donde el salario promedio ronda los 30. Y eso sí sería una tendencia suicida.
La agrupación de punk y metal nacida en Venice, Los Ángeles, llegó con dos de sus miembros históricos: el vocalista Mike Muir y la primera guitarra Dean Pleasants, pero la estrella de la noche fue Dave Lombardo, un percusionista nacido en Cuba y crecido en Estados Unidos.
“Yo nací en este lugar. Quiero decir gracias, siempre había querido tocar aquí en Cuba. Vine con mi mamá, pude ver donde nací. La razón de que yo toco como yo toco es porque soy cubano, coño”, dijo emocionado.
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