La encerraron en el baño de su casa, le ataron las manos con precintos y le robaron todo

Fue en 46 entre 131 y 132. Dos delincuentes escaparon del inmueble con $ 30.000, joyas y un televisor de 65’’, que tiraron a la vuelta

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Una vecina del barrio Gambier se llevó el peor susto de su vida, cuando estaba sola en su casa y no tardó en descubrir que intrusos se habían colado allí por la fuerza.

Eran las 11 de la noche del miércoles cuando escuchó de repente unos pasos firmes sobre el techo de su domicilio de 46 entre 131 y 132, justo antes de que la sobresaltaran fuertes golpes en la puerta trasera de la cocina.

La situación la puso en estado de pánico, tanto, que mientras dos delincuentes lograron entrar en su vivienda, uno de ellos con un arma de fuego, ella corrió desesperada hacia la calle para pedir ayuda a los gritos.

Fue en vano. Los ladrones “me taparon la boca para que no siguiera gritando y uno me apoyó un arma de fuego en el cuello”, contó a este diario la víctima, Ana La Malfa (59). Y agregó que, inmediatamente después, los asaltantes la “encerraron en el baño, a oscuras. Y me ataron las manos con precintos”.

Uno de los intrusos se quedó allí junto a La Malfa (que es agente del SPB), pero “cuando mis perras empezaron a ladrar me advirtió que me quedara quieta y se fue con el cómplice, que estaba en mi dormitorio revolviendo el placard”, detalló.

Según reveló la víctima, los asaltantes escaparon llevándose 30.000 pesos, joyas, su teléfono celular y un televisor curvo de 65 pulgadas que había comprado el 7 de abril: “Al televisor lo recuperé porque lo abandonaron acá a la vuelta, aunque está bastante dañado porque lo tirarlo contra el piso. Y como no hay repuestos, ya no me sirve de nada”, lamentó Ana.

“PENSÉ QUE ME MATABAN”

La mujer estimó que los delincuentes permanecieron en su casa “como media hora” y admitió que en algunos momentos sintió mucho miedo.

“Mientras estaba en el baño dejé de escuchar ruidos y pensé que estos delincuentes ya se habían ido”, recordó Ana, quien decidió asomarse con cautela para verificarlo. Los sujetos todavía estaban allí, en la parte delantera de la propiedad, y uno de ellos vio a la víctima espiándolos.

“En ese momento pensé que me mataban y les pedí que no me hicieran nada, porque el que estaba inicialmente conmigo en el baño empezó a gritarme”, recordó La Malfa, quien también tuvo terror de que los sujetos huyeran con sus llaves, dejándola encerrada.

“En 52 años que vivo en esta casa -explicó- es la primera vez que entran a robar, aunque en el barrio ya hubo algunos intentos en algunas casas”.

“Todavía no sé cómo pudieron llevarse el televisor, con lo pesado que es”, citó asombrada. La víctima radicó la denuncia y, por ahora, nada se sabe de los responsables.

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