Pese a la masacre en la escuela secundaria, Texas no quiere dejar las armas

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SANTA FE, TEXAS

La masacre en un colegio en Parkland, en Florida, desató un movimiento estudiantil para endurecer los controles sobre las armas. Pero llamamientos similares tras el tiroteo en Texas, un estado que apoya firmemente lo derechos para poseer armas, está condenado al fracaso.

El ataque de un estudiante adolescente, que irrumpió el viernes en la escuela de secundaria de Santa Fe y abrió fuego contra sus compañeros de clase y profesores, matando a 10 personas e hiriendo a otras 10, fue la última explosión de violencia armada en las escuelas de Estados Unidos.

Pero los estudiantes y padres de esta comunidad rural muy unida en las afueras de Houston dijeron que la masacre en su escuela local no los convencerá de apoyar un endurecimiento de las leyes de posesión de armas.

“Creo que si quería disparar en la escuela, lo podía haber hecho” más allá de los niveles de restricción de armas de fuego, afirmó Tori White, un estudiante de tercer año de la escuela de secundaria Santa Fe High, sobre el sospechoso Dimitrios Pagourtzis, de 17 años.

En Parkland, compañeros de clase de la escuela Marjory Stoneman Douglas, donde un joven de 19 años asesinó a 14 estudiantes y tres trabajadores del centro, se han convertido en iconos a nivel nacional de la lucha para endurecer los controles sobre las armas.

“Eso no va a suceder” en Santa Fe, afirmó Jordan Flores, graduado en 2015 en el centro atacado, mientras él y sus dos amigos llevaban donas a las tropas estatales que estaban en la entrada principal de la escuela secundaria.

La cultura del arma es tan fuerte aquí, explicó, que cuando se informó de un confinamiento en la misma escuela a principios de este año, él y sus amigos se apresuraron a ayudar, armados hasta los dientes.

“Llegamos, tenía una 40 en la cadera, una de calibre 12 en mi espalda, él tenía un AK. Estábamos listos”, recordó Flores. (AFP)

 

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