“Han Solo, una historia de Star Wars” de Ron Howard

Crónica de un ñoño Solo. (***)

          ¿Por qué hacer una película nueva de Han Solo, el mítico personaje de la saga Star Wars? ¿Por qué querríamos verlo nuevamente? Decididamente porque nos gusta mucho. Porque amamos a Harrison Ford en ese personaje. Porque nos gusta su valentía, sus chistes, su encanto, sus tonterías, su destreza, su brutalidad, su seducción, su arrogancia. 

         Pero sucede algo muy extraño. Esta película no se trata de Han Solo. Ni siquiera él se llama “Han Solo”. Nos enteramos que en realidad es un nombre falso. Pero además realmente se trata de otra persona. Y no nos referimos a que esta vez lo interpreta otro actor. Si se hace un spin-off en clave de precuela, por supuesto que no va a estar interpretado por Harrison Ford. En su lugar está el actor Alden Ehrenreich que en realidad no pretende imitar a Ford. Pero de todas maneras, no es ese el problema de la película. Sino que tampoco se trata directamente del mismo personaje.

          Han Solo es un egoísta y piensa principalmente en el dinero. Pero en esta película no, siempre está preocupándose por el otro. Han Solo tiene sus despistes. Sin embargo aquí no, raramente se equivoca. Han Solo no tiene parejas estables, ni si quiera logra tener una relación duradera con la General Leia Organa. Pero en esta nueva película sucede todo lo contrario, y sus amores duran por años. Han Solo es siempre un arrogante. Aquí no, al actor sólo por momentos puede llegar a salirle una falsa y exagerada sonrisa. Han Solo es un gran piloto. En cambio, en esta nueva versión dicen la frase “es un buen piloto” como seis veces para que quede claro aunque en realidad nunca lo vemos serlo en la práctica. Han Solo tiene una nave que es una chatarra. Pero ahora nos enteramos que en realidad el Halcón Milenario era una nave ultramoderna y además funciona gracias a un androide inteligente que está dentro de sus circuitos. Han Solo siempre dice frases graciosas, es el personaje más cómico de la saga. Pero en esta película casi no hay chistes, y a los espectadores les cuesta mucho reír. El nuevo joven Han, sólo hace ñoñadas, es un tipo cualquiera.  

          Un buen ejemplo de cómo hacernos disfrutar plenamente con el origen de un personaje que termina convirtiéndose en tal, es lo que hizo Steven Spielberg en el inicio de Indiana Jones y La Última Cruzada. Allí River Phoenix interpretaba genialmente al joven Indy, resumiendo su iniciación en sólo una secuencia. Ese pedacito de cine vale quizás más que toda esta película.

          De todas maneras, más allá de ser innecesariamente frenética, por momentos la película no está mal, tiene personajes muy atractivos y simpáticas escenas de acción. Están Lando Carlissian y Chewbacca, este último en un muy segundo plano. Así que ojalá rápidamente llegue una continuación donde esta vez no echen a los directores en pleno rodaje, y donde vuelva el verdadero Han Solo, el que todos queremos y esperamos.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE