Insólito: Japón es la primera selección en acceder a octavos de final gracias al Fair Play

El estadio Volgogrado Arena fue escenario ayer del primer partido del Mundial Rusia 2018 en el que debió intervenir la regla del Fair Play para definir a uno de los clasificados a los octavos de final, mérito logrado por Japón que, pese a caer por 1 a 0 ante Polonia, en el último partido de ambos en el Grupo H, logró avanzar gracias a la victoria de Colombia por la mínima ante Senegal, que finalizó con cuatro puntos, los mismos que los asiáticos, misma diferencia de gol, pero más amarillas (6-4), lo que le benefició a los nipones.

Polonia se impuso con el gol de Jan Bednarek a los 14 minutos del segundo tiempo tras conectar un tiro libre con un derechazo al primer palo del arquero Eiji Kawashima.

El defensor central, que juega para Southampton, es considerado como uno de los grandes talentos de su país, a sus 22 años.

UN REGALO CAÍDO DEL CIELO

Japón, en tanto, que llegó a este encuentro como líder del Grupo H con 4 puntos, solo necesitaba un empate contra la eliminada Polonia para lograr su plaza en octavos pero la derrota ante Polonia lo hundió por algunos minutos a la tercera plaza de su zona en momentos en que Colombia igualaba con Senegal en Samara.

Sin embargo el gol de Yerry Mina que le dio el triunfo a los “cafeteros” ante los africanos en el complemento de ese partido les devolvió la vida a los asiáticos.

En su debut, los nipones habían conseguido el primer triunfo de la historia de una selección asiática frente a una sudamericana en la Copa Mundial, cuando derrotaron 2-1 a Colombia, que jugó prácticamente todo el partido con 10 hombres. En el segundo encuentro igualaron 2 a 2 con Senegal y ayer sufrieron la mencionada derrota ante los polacos.

Los resultados vistos ayer tanto en Volgogrado como en Samara determinaron que el Grupo H de la Copa del Mundo Rusia 2018 finalizara con Colombia como líder con 6 unidades, Japón y Senegal como escoltas con 4 puntos y misma diferencia de gol (0), aunque los asiáticos recibieron durante la primera fase menos tarjetas amarillas que los africanos, 4 contra 6, lo que les permitió clasificarse a la siguiente ronda.

Polonia, por su parte, cerró su participación con 3 puntos, y así, se despidió repentinamente del certamen ecuménico.