El árbitro desarrolló una buena tarea y le dio dinámica al juego

Edición Impresa

Por JORGE VIGLIANO
Ex árbitro de Primera División

Escribo está columna con la preocupación futbolera de ser testigo del final de ciclo de la mayoría de esta generación de grandísimos jugadores y no observar futbolistas de nivel selección para el proceso de recambio.

Con relación a lo arbitral, lo condujo el iraní Alireza Faghani, un juez muy bien considerado y de mucha experiencia. En su única participación con equipos argentinos, arbitró la final del Mundial de Clubes de 2015 entre River y Barcelona.

Desarrolló una buena tarea, le dio dinámica al juego, priorizando la continuidad sin permitir el juego brusco. Cuando el partido tomó temperatura, después del tercer gol francés, lo controló con aplomo y sobriedad. En el rubro técnico, no tuvo errores de entidad, desarrollando su tarea sin incidir ni en el trámite ni en el resultado del partido.

Como dije en otra columna, este ítem tiene mucha importancia en la calificación del árbitro.

En la acción más importante del juego, sancionó correctamente penal para Francia, por la falta de Rojo que comenzó fuera del área y terminó sobre la línea. Acertó en no sancionar expulsión por posibilidad manifiesta de gol (último recurso) y no lo hizo amparado en el cambio reglamentario que exime al árbitro de expulsar en la jugada, por la llamada triple pena: penal, roja y sanción del Tribunal Disciplinario. En definitiva, una tarea más dentro del parámetro de la mayoría de los arbitrajes, sin inconvenientes, controlando reclamos y juego brusco.

Todo esto, observado por el VAR, que corrigió algunas injusticias.

Quiero poner de relieve el comportamiento de todos los equipos que están honrando el Fair Play. Con este Mundial, el más limpio de la historia, estamos saldando una pesada deuda.

 

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE