Vacunas: ¿conviene o no adelantarles a los chicos que el pinchazo va a doler?

Mientras que un estudio sugiere que es preferible no anticiparles el dolor, algunos pediatras consideran que es mejor decirles la verdad

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Aunque la aplicación de las primeras vacunas inyectables puede ser una situación estresante tanto para los niños pequeños como para sus papás, muchos pediatras reconocen que según como se la maneje ésta puede resultar tanto en una experiencia traumática como en un trámite más. El problema es que no todos ellos están de acuerdo sobre qué conviene hacer: si decirles a los chicos que el pinchazo podría dolerles o directamente ocultárselo.

En medio de estas opiniones contrapuestas, un estudio de la Universidad de California en Riverside acaba de aportar nuevas evidencias de que los niños sienten el dolor más intensamente cuando se les advierte de antemano que algo les va a doler.

Los autores del trabajo llegaron a esa conclusión colocándoles emisores de calor en el brazo a unos 40 niños y evaluando sus respuestas según variaban la temperatura desde los 34º a los 47º y les anticipaban la intensidad de lo que estaban por sentir. Si bien durante las pruebas el emisor de calor se mantenía invariablemente en la misma temperatura, los participantes aseguraban experimentar más dolor cuando se les anticipaba que les podría llegar a doler.

Una de las coautoras del estudio, la médica pediatra Adwoa Osei, asegura haber constatado numerosas veces esta reacción tras haber tenido que aplicarles a sus pacientes penicilina, un antibiótico cuya densidad suele producir dolor en el muslo, la zona habitual de aplicación. “Cuando no les digo nada, puede que rengueen un poco al salir del consultorio -cuenta ella-. Pero si les digo que les va a doler, en general salen diciendo que no pueden caminar’”.

“No estoy de acuerdo en ocultarles a los chicos que la aplicación de la vacuna podría dolerles, porque cuando se dan cuenta que les mentiste o no les dijiste lo que iban a sentir, ya no vuelven a entrar confiados”, sostiene entre otros la pediatra Lorena Clavijo, para quien “lo conveniente es decirles, pero restándole magnitud a la situación”.

RECOMENDACIONES

Dado las diversas opiniones sobre el tema, hace unos años la Asociación Médica Canadiense publicó una guía con recomendaciones para minimizar el dolor al vacunar a los niños en base a la experiencia de unos veinticinco especialistas pediatras, enfermeros y especialistas en medicina del dolor.

De acuerdo con esa guía, amamantar a los niños menores de dos años durante la inyección ayuda a reducirles la angustia al calmarlos y brindarles una fuente de satisfacción. Pero no menos importante sería el contacto piel a piel con sus mamás durante la vacunación.

Otra de las recomendaciones incluidas en la guía consiste en colocar al niño en posición vertical porque esto ofrecería una sensación de control y jamás sujetarlo con demasiada firmeza porque esta actitud lo podría estresar.

La guía publicada por la Asociación Médica Canadiense también recomienda enfáticamente que los padres o uno de ellos estén presentes en la vacunación para trasmitirles confianza a los chicos, aunque evitando siempre mostrarse apurados o tensos ante la situación.

“Podría preocuparle que el doctor o la enfermera lastimen a su hijo. Pero trate de mantener la calma. Si usted está ansioso, su niño lo percibirá y se pondrá inquieto también”, señala este documento publicado para distribuir en los centros de vacunación de Canadá.

 

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