Hay que decirles siempre la verdad usando las palabras adecuadas

Si bien la aplicación de vacunas inyectables puede ser una situación tensa en chicos pequeños, yo soy partidaria de que a los chicos hay que decirles siempre la verdad, tomándose el tiempo necesario para eso y con las palabras adecuadas para su grado de madurez.

Está demostrado que mostrarles de dónde uno saca la vacuna e involucrar a los padres para que ayuden a sostenerlos contribuye a reducirles la ansiedad, y por lo tanto los efectos adversos locales. De hecho, a diferencia de lo que ocurría hace algún tiempo, hoy los vacunatorios ya no le piden a los padres que esperen afuera sino que los involucran para que participen de la situación.

Pero acaso tan importante como lograr que el chiquito no sienta que se le está ocultando algo es enfatizar el aspecto positivo de la vacunación, explicándole claramente que esa vacuna va ayudar a que no tengan que faltar al jardín ni dejar de jugar.