Justificada inquietud por la crisis que jaquea a los bomberos

Jaqueados por los mayores gastos y la escasez de recursos, así como, ahora, amenazados por recortes en los subsidios oficiales destinados a la adquisición de equipamiento, los cuerpos de Bomberos Voluntarios de nuestro país atraviesan en estas horas momentos angustiosos y complicados.

Tal como lo hizo público hace pocas horas la mesa ejecutiva del Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina, la progresiva merma y el atraso en esos pagos podría desembocar en “la inminente imposibilidad de brindar a la comunidad el servicio de seguridad siniestral”.

Se puso de relieve que la viabilidad financiera del más de millar de cuerpos de bomberos voluntarios en el país depende, en buena medida, del cobro de estos subsidios, cuya demora en percibirlos que, en algunos casos, alcanza a los dos años, impide a esos cuarteles mantenerse operativos y en funcionamiento para salvar las vidas y los bienes de los habitantes.

Cabe señalar que la banda de sonido de la protesta fue un toque de sirena que anteayer ululó en los destacamentos afectados; en nuestra región, existen unidades de este tipo en Berisso, Ensenada, El Pato, Bartolomé Bavio, Magdalena y Brandsen.

Se detalló que de acuerdo con lo que establece la ley nacional 25.054, el sistema se solventa con una cuenta de recaudación en la que se deposita el 5 por mil de lo que todas las compañías aseguradoras del país recaudan en concepto de pólizas contra incendios.

Ese dinero es retenido por la Superintendencia de Seguros de la Nación, que trimestralmente lo remite a la cartera de Hacienda; ésta, a su vez, lo transfiere a Seguridad para que a través de la Secretaría de Protección Civil lo distribuya por partes iguales ente todos los cuarteles, en los que revistan unos 42 mil efectivos. Los bomberos detallaron ahora que, hechas las cuentas, las partidas que recibieron en los últimos tiempos fueron casi un 60 por ciento menores de lo que por ley les corresponde.

Los reclamos no debieran ser desoídos, ya que los cuerpos de bomberos voluntarios han demostrado, con creces, merecer un mayor apoyo estructural de las autoridades, provinciales y municipales. De sobra se conoce que cumplen la tarea de enfrentar emergencias en las que muchas veces hay vidas en riesgo.

Las limitaciones que afectan a los cuerpos de bomberos voluntarios no son, por cierto, una novedad. Y tampoco se ignora que las distintas comunidades valoran enormemente la alternativa de contar en sus distritos con estos servidores. De allí que las autoridades debieran valorar el trascendente el trascendente rol que cumplen los bomberos voluntarios.