Envenenaron dos perros para entrar en una casa, pero los descubrieron y huyeron

Fue en 32, 160 y 161. El hijo del dueño y sus primas vieron a uno de los intrusos con un arma en la mano. Las mascotas murieron

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Un joven de 18 años y sus dos primas de 18 y 21 que viajaron desde Chubut para disfrutar de las vacaciones de invierno en La Plata vivieron minutos de terror en una casa de Romero, cuando descubrieron -de madrugada- que un par de intrusos andaba por los fondos con un arma.

Hacía sólo un rato que los jóvenes habían regresado a la casa del adolescente, tras haber compartido una salida al cine. Llegaron a las 0.30 y, en lugar de irse a dormir, decidieron quedarse levantados charlando. Los padres del chico, un hermano y un sobrino menores de edad ya descansaban en sus cuartos.

Sin saberlo, aquella decisión terminó siendo clave para frustrar el intento de asalto que dos delincuentes habían planeado en esa vivienda de dos plantas -con el piso superior a medio construir- que está en 32 entre 160 y 161.

Si se hubiesen ido a dormi es muy probable que los intrusos se hubieran colado en la finca, sobre todo porque ya habían ingresado por los fondos y alimentado a los perros -un macho y una hembra rotweiller de 2 y 8 años- con chorizos envenenados

Lo que no estaba en los cálculos de los delincuentes era que los moradores estuvieran despiertos y atentos, cuando ya eran las 3 de la mañana.

“VIMOS LAS SOMBRAS”

Ayer a la tarde, Luis Rodríguez (18) contó cómo vivieron esos dramáticos momentos.

“Estábamos conversando con mis dos primas que vinieron avisitarnos desde Chubut, cuando una de ellas me dijo que había visto la sombra de alguien en el patio del fondo”, relató.

En un primer momento Luis supuso que la chica bromeaba, pero no: “Me asomé por la ventana de la cocina que da al patio y vi dos sombras, y enseguida a un desconocido con un arma, que me apuntó mientras se acercaron mis primas”.

“Del otro lado del vidrio nos gritó que nos quedáramos quietos, pero los tres salimos corriendo dentro de la casa. En mi caso, subí a despertar a mi viejo, que dormía igual que mi mamá, mi hermanito y mi sobrinito”, reflejó Luis.

Para cuando su papá se levantó, los delincuentes habían apurado la fuga, con la frustración a cuestas de no haber podido robar nada, entre la oscuridad y la niebla de la madrugada.

Sin embargo, a Luis y a su familia el episodio les dejó la vivencia más amarga: “Lo que más lamentamos es que les dieron a los perros chorizos mezclados con veneno y al rato murieron, con convulsiones y espuma por la boca”, relató el muchacho a este diario.

Alertado el 911, patrulleros recorrieron la zona en busca de los delincuentes, pero no los encontraron.

En la comisaría Decimocuarta se abrió una causa por “maltrato animal y tentativa de robo”, con intervención de fiscalía de Autores Ignorados.

 

 

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