La caja de Pandora viene con delitos y nombres que suenan a cuadernos

Según anticipó una fuente de la investigación, uno de sus presuntos integrantes Javier Ronco grababa en una máquina portátil conversaciones referidas a las actividades ilícitas. Desde lo que se definió como una “caja de Pandora”, ayer comenzaron a emanar datos que se suman al expediente judicial. Concretamente, se trata de una conversación atribuida a los detenidos Ronco y Rubén “El Tucumano” Herrera. Hablarían de un presunto robo o secuestro. Concretamente, se dice ‘la vamos a chupar’”, presumiblemente en referencia a secuestrar a la hija de una mujer que tenía mucho dinero en su casa. En la conversación se mencionan también otros nombres y cargos que aluden al mundo de los tribunales y la política nacional. En este último caso, aparecen en la causa de los “cuadernos de la corrupción”. Todavía no hay vínculos establecidos. “Estamos investigando qué significan esas menciones. No descartamos nada”, indicó un investigador. A continuación, la transcripción de una grabación:

- Tucumano: “Bueno, pero se calcula que acá la mujer tiene mucha plata”.

- Ronco: “Claro!”.

- T: “Pero mucha, mucha, mucha, mucha, de decirte doscientos millones de pesos.

- R: “Sí, sí, que no saben si tocarla”.

- T: “Dicen que le tienen pánico”.

- R: “¿Claro que vive acá en La Plata?”.

- T: “No, vive ahí en cancha de River”.

- R: “¿Ah, ahí? Ah”.

- T: “Jugaba en el barrio el no hacía nada”.

- R: “No, no, pero… estaba ahí”.

- T: “Bueno! Y era uno de esa banda, pero bueno el constructor tiene un susto bárbaro si va alguno y lo aprieta no, y dicen que está la plata grosa. La plata la tiene la mujer y tiene pánico, tiene pánico que la secuestren y no saben si la tiene, si la tiene en la casa o dónde la debe tener. Tienen en Miami departamentos llenos de plata”.

- R: “Por todos lados”.

- T: “Bueno”.

- R: “Qué lindo”.

- T: “Pará, viene Fernando esto es todo urgente, eso me lo cuenta un tipo a mí, viste que yo me fui a Brasil todas las secretarias”.

- R: “Sí, sí. Promotoras”.

- T: “El jefe de seguridad de Cristina. Siempre el cordobés agarraba plata, era el que robaba esa plata”.

- R: “Sí, el que le robaba la plata. Olvidate, se quedaban pedazos por todos lados”.

- T: “Entraban así a lo tonto”.

- R: “Claro. Claro”.

- T: “Sí, estos iban y sacaban seiscientos mil dólares. Esto no te entra en la mano. Mirá loco lo que es eso”.

- R: “Qué loco”.

- T: “Se la metían en las camperas”.

- R: “Qué hijos de puta”.

- T: “Bueno, venía Fernando y me dice esto es una urgencia, es una urgencia. Bueno, ahí voy para allá, me mando a Puerto Madero. Gordo tengo la mujer de Muñoz”.

- R: “No…”.

- T: “Le digo yo también, ¿cómo que vos también? Sí, que vine en Núñez, vive en Núñez”.

- R: “Jaja. Lo cortaste”.

- T: “Tiene un montón de plata”.

- R: “¿Pero lo saben muchos o no?”.

- T: “No, esto fue hace un mes”.

- R: “Ahí...”.

- T: “Le digo Fer, mira yo te voy a contar lo que a mí me cuentan, viste que yo me fui de vacaciones, yo me fui al Mundial con toda esa gente”.

- R: “Si!”.

- T: “Esto yo lo sé que es verdad. Ellos lo hablan y yo lo escucho y uno viene y me lo contó, que él compraba torres, el compraba terrenos”.

- R: “Sí, sí, y edificaba al toque, tenían que blanquear”.

- T: “Sí, en lugares que no se podían, de veinte pisos”.

- R: “Claro”.

- T: “Porque él conseguía la firma al toque de habilidoso”.

- R: “Sí, obvio”.

- T: “Es Muñoz, secretario de ah”.

- T: “Hay que ver si está sola, y que nada”.

- R: “¿La tiene en la casa, la mina?”.

- T: “No sabe”.

- R: “No sabe. Hay que chupar a la nena”.

- T: “Pero mucha... (no se logra interpretar el nombre ) me dijo “mirá que es mucha plata”.