La muy fina línea entre el “refuerzo” y la “apuesta”

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Por WALTER EPÍSCOPO
wepiscopo@eldia.com

Tal vez como hace tiempo no pasaba, el hincha de Gimnasia ve que ha llegado una buena cantidad de jugadores. También se han ido muchos. Troglio quiso armar “su” plantel. Los que no tuvo en cuenta, se fueron; hoy solo se lamenta por no tener a Alemán y Alderete.

Ahora bien, quienes llegaron, ¿todos son refuerzos? La verdad que no. Algunos llegaron por pedido del DT, otros por decisión de la dirigencia de apostar a un futbolista para ver si sale bien como alguna vez ocurrió con Nicolás Ibáñez, por ejemplo. Por ello debemos diferenciar entre el “refuerzo”, que llega para jugar o pelearla, pero con obligaciones. La “apuesta”, del gusto o no del DT, llega al Club a sumar, trabajar y cuando tenga la chance, demostrar si le da.

Hoy, los “refuerzos” están claros: Ayala, Silva, Melo, Moyano, Guevgeozian, Rosales y si termina llegando Jacquet.

Lo que se dice “apuesta”, los flamantes delanteros que firmaron el último viernes, el venezolano Hurtado y Comba.

Y hay más, como una “apuesta” para jugar en Reserva arribaron el zaguero Chacón (de Lanús) y el volante Paradela (de Rivadavia de Lincoln).

Finalmente, está el caso de Tifner, que no es “refuerzo” ni “apuesta”. Es un jugador del Club. Estaba entrenando (a prueba) cuando llegó Troglio, y la dirigencia decidió hacerle firmar contrato. Hoy Pedro lo utiliza.

Y está claro, que tanto un “refuerzo” como la “apuesta”, pueden salir bien o mal. Nada está garantizado en fútbol, más allá de cualquiera de los dos rótulos.

 

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