“A Centeno le tiraban migajas y eso le generaba mucho enojo”

Hilda Horovitz, la ex esposa del chofer Oscar Centeno que denunció la existencia, y entregó copias, de los cuadernos escolares donde se anotaba el recorrido de las presuntas coimas cobradas en el área de Energía que comandaba Roberto Baratta durante el kirchnerismo, dijo que todo se desencadenó cuando ella no llegó a ningún acuerdo económico con su ex esposo por el divorcio.

Los pormenores de esta decisión se conocieron anoche durante la emisión del programa Periodismo Para Todos (PPT) que conduce el periodista Jorge Lanata.

Más allá de estos datos, Lanata entrevistó a la ex pareja de Centeno que ya fue excarcelado y pasado al sistema de protección de testigos, donde se quejó porque a su ex “le tiraban migajas, lo que generaba su enojo”. De todos modos, dijo que “no puede ser que un chofer haya hecho la casa que hizo, que haya podido comprar un terreno en Zárate o una casa en Salta”.

La mujer contó cómo se relacionó con Baratta y hasta cómo presionaba a Centeno con los cuadernos si no llegaba a un acuerdo económico. Dijo que el propio Baratta se metió en el conflicto y a ella le consiguieron dos departamentos, uno de ellos a través de un plan de viviendas de Madres de Plaza de Mayo. Luego terminó trabajando en una empresa del Estado, los yacimientos de Río Turbio.

Durante la emisión del programa relató que Centeno “tenía los cuadernos, y se los dijo en varias oportunidades, para garantizarse que iba a seguir trabajando. Él fue anotando por eso. Tenía miedo de perder sus negocios. También tenía una remisería paralela frente al Ministerio a mi nombre. El Ministerio le contrataba los remises. Tenía un negocio armado. El tema era qué pasaba con su negocio si todo se caía. El pensó todo el tiempo que esto podía pasar y cada vez que escribió lo hizo pensando en todo eso”.

CON LOS KIRCHNER

“Centeno varias veces vio a Cristina de lejos yendo a llevarle cosas y describía a la mujer cómo estaba vestida cada vez que él la vio, pero Centeno tenía una relación más cotidiana con Néstor, me imagino por una cuestión de carácter, y jugó al fútbol con él”. También relató que tenían con Centeno una relación social con los Baratta, fueron al bautismo de una hija. “El era su jefe, pero estaban integrados, era una especie de compinche”, explicó.