En los casos más comunes, basta con simples prevenciones

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En los casos de sus derivaciones más benignas, que constituyen la mayoría de los casos que se registran en niños, son suficientes sencillas medidas de prevención para evitar complicaciones. Por ejemplo, el lavado de manos.

Efectivamente, ejercitar el lavado de manos y guardar reposo en caso de enfermedad hasta 24 horas luego de que se vaya la fiebre, son las medidas más efectivas para prevenir el contagio de este tipo de patologías, además de cuidar las lesiones de piel y estar atentos en caso de varicela o gripe, con las vacunas al día.

 

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