A 42 años de la Noche de los Lápices, fuerte rechazo al “ajuste educativo”
Edición Impresa | 15 de Septiembre de 2018 | 02:31

Bajo la consigna “con hambre no se puede estudiar”, miles de estudiantes secundarios de la Región se movilizaron ayer a la tarde por las calles de la Ciudad en conmemoración del 42º aniversario de la denominada “Noche de los Lápices”, la trágica jornada en la cual secuestraron y desaparecieron a adolescentes platenses que habían participado de la pelea por instaurar el boleto estudiantil, un logro que hoy es moneda corriente en el día a día de todos los chicos y chicas que van a la escuela.
Este año la tradicional movilización se dio en un contexto de creciente tensión entre el ámbito educativo y el Gobierno: clases públicas y facultades tomadas, marchas de las que participan profesores y alumnos de los diferentes niveles, paros y medidas de protesta se conjugaron en una semana en la que el denominador común fue el rechazo al “recorte presupuestario” para la educación.
Como todos los años, de la movilización-que arrancó en la plaza Italia- fue multitudinaria. Tomaron parte alumnos de distintas escuelas secundarias y de la Universidad Nacional de La Plata; también se sumaron miembros de organizaciones gremiales y sociales y vecinos. La Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y la Federación Universitaria de La Plata (FULP) fueron dos de las organizaciones estudiantiles que participaron de la convocatoria.
Federaciones y centros de estudiantes, con banderas y pancartas, coparon la avenida 7 en una marcha que tuvo su epicentro en el playón del ministerio de Infraestructura, donde se realizó un emotivo acto. En ese mismo lugar, pero hace 42 años, una gran marcha que reunió a estudiantes de colegios de la Universidad y de la Provincia fue reprimida por fuerzas policiales. El hecho constituye una de las escenas centrales de la película La Noche de los Lápices, y año tras año, es el lugar de llegada de la movilización.
Entre las principales consignas que se escucharon por parte de los dirigentes estudiantiles estuvieron la de enfrentar “a un gobierno neoliberal que ajusta, reprime y desfinancia nuestra educación y nuestro futuro”.
Los estudiantes dijeron que no van a permitir que se los convierta en “variable ni toleraremos este brutal ajuste al que se nos somete”, el cual, sostuvieron, ven reflejado en el “desfinanciamiento de universidades”, en la polémica reforma de las escuelas técnicas y en el cierre de los gabinetes de los equipos de orientación escolar.
Los alumnos también expresaron su rechazo a la “reducción al acceso al boleto” estudiantil, y reclamaron mayor presupuesto de infraestructura para los establecimientos educativos.
El reclamo estudiantil coincidió, en sus consignas, con el que en la víspera se había escuchado frente al Congreso de la Nación, cuando una multitudinaria marcha educativa denunció: “Quieren que asumamos que la educación es una mercancía”.
Además ayer en la región hubo diferentes actividades conmemorativas: charlas, ciclos de conferencias y cine, radios abiertas, exposiciones y distintos homenajes.
Trágica noche
La noche del 16 de septiembre de 1976 comenzó un operativo conjunto de policías y miembros del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército para capturar a jóvenes que tenían entre 16 y 18 años y que en su mayoría militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro fueron arrancados de sus domicilios ese día; al siguiente apresaron a Emilce Moler y Patricia Miranda, y cuatro días después a Pablo Díaz.
Todos fueron llevados al centro clandestino de detención de Arana, y luego al Pozo de Banfield. Sólo Moler, Díaz y Miranda recuperaron la libertad.
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