Arrancó la primavera y los gimnasios y las plazas se llenaron de “atletas golondrinas”

En septiembre crece la concurrencia en los gym pero la mayoría deja antes de las Fiestas. Qué se debe tener en cuenta

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La imagen se repite cada año: arrancan los primeros calores y los gimnasios, las plazas y los parques se llenan de gente que busca llegar en forma al verano. Algunos los llaman “atletas golondrinas” o “deportistas de temporada”, pero -se les diga como se les diga- lo cierto es que cada vez son más las personas que, con la primavera recién florecida y el verano a la vuelta de la esquina, salen a correr o buscan ejercitarse con la única intención de bajar esos kilos de más que se fueron ganando durante el invierno.

“En esta época la concurrencia a los gimnasios siempre aumenta”, asegura Valeria Goldoni, profe de educación física e instructora en un gimnasio de la región y para quien “lo mejor es no generar falsas expectativas porque la frustración, después, es mucho peor”.

Según Goldoni, además, “quienes tenemos la responsabilidad de supervisar las rutinas físicas debemos controlar que, en el afán por recuperar el tiempo perdido, se quiera hacer todo de golpe. Eso tal vez sea lo más peligroso, porque después vienen las lesiones y el remedio es mucho peor que la enfermedad. Lo importante es entender que todo tiene un proceso y no se puede bajar en uno o dos meses lo que se subió en todo un año”.

Si bien cada vez son más quienes buscan realizar ejercicios a lo largo del año, el llamado “público golondrina” representa, como se dijo, una verdadera postal de esta época del año. Y en esa postal entran tanto hombres como mujeres como jóvenes o personas mayores.

“Por ahí los más grandes son los que, en general, no vienen haciendo ejercicios durante el año y ahora quieren ponerse al día”, opina Goldoni, aunque aclara que en esa tendencia “entran ambos géneros y todas las edades”.

Los profesores de gimnasia, al tanto de este fenómeno estacional, suelen aconsejar que, a la hora de empezar cualquier rutina deportiva, lo mejor es realizarse previamente chequeos médicos. “Hay que estar al tanto de cómo está nuestro cuerpo y controlarnos para poder prevenir cualquier situación”, apunta la especialista.

Quienes siguen el tema aseguran que cada tres o cinco años hay que hacerse una ergometría para ver cómo funciona el corazón frente a los esfuerzos que demanda la práctica de un ejercicio físico de mediana intensidad. Lo importante, dicen, es que la persona empiece a ejercitarse y que cree así un hábito saludable, ya sea saliendo a caminar o inscribiéndose en un gimnasio.

Otro de los aspectos que los profes suelen mencionar es que, en estos días, la rutina en un gimnasio no tiene por qué ser aburrida y, por lo tanto, se la puede continuar en el tiempo. Goldoni asegura que una de las disciplinas que más se piden es zumba, una manera divertida de entrenar, bailar y quemar calorías a la vez. También se destaca el spinning, que se practica con una bicicleta fija, en un lugar cerrado y al ritmo de la música. “La gente busca en general resultados bastante inmediatos -agrega la instructora-, y estas dos disciplinas son divertidas y logran avances tal vez más rápido que otras”.

Como se dijo, el perfil de las personas que empiezan a aparecer por las máquinas y las cintas de correr cuando la primavera aflora es variado, y esto se fundamenta en que la estética ya no es patrimonio exclusivo de las mujeres sino que los varones también quieren verse bien y ponerse en forma ante la llegada de los primeros calores.

De todos modos, admiten en los propios centros de actividad física, entre el 35 y el 40% de los que comienzan el gimnasio a fines de septiembre o principios de octubre duran apenas tres meses. “Es un clásico -dice Darío Valenti, otro profesor de educación física-. Con los primeros calorcitos arranca la explosión y se nota que todos quieren arrancar con una rutina aeróbica para llegar bien al verano, pero la verdad es que son los mismos que terminan abandonando en diciembre, con la llegada de las fiestas”.

Claro que, como también se dijo, los gimnasios no son los únicos lugares donde la actividad aumenta ante la llegada de la primavera: con el sol a pleno aparecen también las caras nuevas en los parques y en las plazas de la Ciudad; se trata de gente que sale a caminar, a correr, a trotar o andar en bicicleta para “reiniciar” una actividad física que en invierno parecía en estado de suspensión.

Muchos, incluso, aprovechan el material de entrenamiento que se colocaron en varios espacios verdes de la Ciudad y, además del clásico trote alrededor del paseo, realizan su rutina de ejercicios al aire libre, como se pudo apreciar en estos últimos días con una simple recorrida por los pulmones verdes de la Ciudad.

Para estar atentos
La mayoría de los profesores de educación física asegura que volver a la actividad física después de una temporada de sedentarismo amerita siempre la realización de un control médico.

 

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