Las tres jugadas más calientes del partido

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El Boca-River de ayer en la Bombonera dejó una larga serie de jugadas para la polémica, y en todas obviamente quedó involucrado Mauro Vigliano, el árbitro del súper clásico que terminó siendo favorable al conjunto Millonario.

La primera de esas jugadas que fueron largamente discutidas, tuvo como protagonistas a Edwin Cardona y Enzo Pérez, quienes se cruzaron en una situación que las imágenes de la televisión dejaron ver que debió ser expulsión para el jugador boquense.

El colombiano recién había ingresado al partido, en lugar de Leonardo Jara, y le entró con el codo a la cara del mendocino, en una jugada clara desde el primer momento. Y llamó más la atención que el juez central le mostrara tarjeta amarilla al “10”, porque si vio la acción era tarjeta roja, y de lo contrario, nada.

La segunda polémica de la tarde-noche en cancha de Boca tuvo lugar ni bien comenzado el segundo tiempo, cuando el local salió con todo en busca del gol que le permitiera el empate.

El conjunto Xeneize metió la pelota en el área y Gonzalo Montiel tapó a Darío Benedetto en acción que el goleador reclamó como falta, sin que la misma quedara en evidencia, pero el ataque se prolongó con la pelota en poder de Carlos Tevez, quien sacó un remate que hizo pegar la pelota en el brazo derecho de Leonardo Ponzio.

La pelota golpeó en el brazo, fue evidente, más allá de las interpretaciones que desde hace un tiempo a esta parte parecen dividir las aguas, en todos los ámbitos, incluyendo el de los árbitros, que no siempre actúan de la misma forma en episodios similares. Y sobran los ejemplos, hasta recurriendo a jugadas de la pasada Copa del Mundo.

Los reclamos se instalaron de nuevo con fuerza en la Bombonera, a poco de cruzarse la media hora del segundo tiempo, y en este caso los protagonistas fueron Cristian Pavón y Milton Casco.

El cotizado delantero apareció en el área, antes que Milton Casco, quien lo presionó desde atrás cuando se disponía a conectar la pelota. Pero cayó, y dio por seguro que la referida caída fue consecuencia de un empujón del lateral.

Para los de afuera, no terminó de ser nítida la imagen, siendo de este modo un tipo caso de esos en los que se le da la derecha al árbitro, quien -más a su favor- debe hacer una interpretación de lo acontecido sin posibilidades de contar con algún tipo de asistencia.

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