Cuando lo impensable se hace realidad

Edición Impresa

POR: Dra. Silvia Bentolila *

Si bien “racionalmente”  todos sabemos que estamos expuestos a que nos sucedan situaciones extremas, vivimos como si esas situaciones, incluida la muerte,  siempre le fueran a pasar a otros.

Quienes trabajamos en emergencias y desastres, escuchamos infinidad de veces “nunca pensé que algo así me iba a pasar” o “esto no me puede estar pasando”. Una de las reacciones más frecuentes es la pérdida de la dimensión del control interno con el que las personas funcionamos. Buscando recuperar ese control interno tenemos dos posibilidades, el aspecto retrospectivo y el prospectivo. Como los seres humanos tenemos muy baja tolerancia a no tener control sobre el azar, cuando ocurre una situación extrema, intentamos explicarnos el por qué, qué hicimos mal, qué podríamos haber hecho distinto. Una y otra vez volvemos hacia atrás tratando de encontrar una explicación que nos ayude a recuperar algún grado de “control” sobre lo ocurrido, este aspecto retrospectivo refuerza el sentimiento de culpa. Sin embargo cuando se recupera el control interno prospectivo, con la mirada hacia el futuro, podemos “tomar lo vivido como un aprendizaje que nos transforma y fortalece”. Uno de los objetivos de intervenir en el momento agudo para proteger la salud mental es acompañar a las personas para que no se culpabilicen por lo ocurrido.

De esto se trata la resiliencia, la posibilidad de aprender, crecer, fortalecerse y transformarse a partir de lo vivido.

* Psiquiatra, especialista en la contención de víctimas de catástrofes y desastres.

 

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