El caso Bonifacio levantó temperatura

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La continuidad del lateral Ezequiel Augusto Bonifacio en Gimnasia está amenazada desde todo punto de vista, porque tras la por ahora frustrada renovación de su contrato con el club, las partes han quedado enfrentadas y hasta la rescisión del vínculo corre peligro por estas horas.

¿Cómo se entiende? Bonifacio tiene relación con el Lobo hasta el último día del próximo mes de junio, y al fracasar la negociación para renovarla, desde la dirigencia del club se ordenó que el jugador no viajara a Mar del Plata para ser parte del plantel que anoche se midió con Racing.

La decisión fue que si arreglaba las condiciones de un nuevo contrato, Boni podía ser parte de la delegación, y que de lo contrario no subía al micro. Un caso similar al de Horacio Tijanovich, quien por el contrario arregló y tuvo luz verde para subirse al micro que trasladó al Lobo hasta la costa atlántica.

La medida que dejó afuera de todo al lateral-volante por derecha terminó de desgastar la relación, y anoche, con el equipo Tripero instalado en La Feliz de cara a los ensayos de anoche frente a Racing y del viernes con Independiente, las partes estaban muy distanciadas.

Por un lado, la conducción de la entidad realizó una propuesta para firmar un nuevo contrato, que de acuerdo a lo que se dejó trascender estaría muy lejos de las expectativas de Bonifacio, representado por Gustavo Galasso.

En este marco, de quedarse en la institución, Bonifacio quedaría al margen del plantel que se entrena bajo la conducción de Pedro Troglio; mientras que si rescinde el referido contrato que tiene vigencia hasta junio, seguro podría arreglar condiciones para sumarse a San Martín de Tucumán.

El presidente Gabriel Pellegrino aclaró que este caso “no tiene nada que ver” con la salida, o no, de Facundo Oreja.

 

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