Viaje del reencuentro

El equipo tuvo solidez y, después de un tiempo, mostró el estilo que quiere Leandro Benítez. Además recuperó a un jugador clave: Matías Pellegrini. Y sus refuerzos sacaron un aprobado

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Martín Cabrera

mcabrera@eldia.com

Muchas veces los rendimientos y resultados obtenidos en un partido amistoso de verano poco importan. Ni fenómeno en la victoria, ni desastre en la derrota. Es así de simple esta máxima en el fútbol argentino. No se puede creer que un equipo está para cosas importantes por un par de encuentros ni para cambiar de técnico por una serie de derrotas.

La última excursión de Estudiantes a Santiago de Chile merece un párrafo aparte. Invita a despertar una ilusión, aunque sea mesurada, de cara al primer semestre de 2019. Después de mucho tiempo el equipo mostró orden, solidez defensiva y, con los cambios, peso ofensivo en los metros finales.

El Pincha le ganó a Colo Colo en su fiesta de presentación de refuerzos. Fue en silencio y se retiró con la copa. Es más, dejó con bastante preocupación a los hinchas locales, que están necesitando de un semestre mejor que el pasado. Casi lo mismo que Estudiantes.

Esa imagen positiva que dejó está basada en algunas cuestiones individuales, pero básicamente a un juego colectivo. Se vio un equipo, con limitaciones y falencias, claro, pero también con una idea clara como terminar esta Superliga unos puestos más arriba, con cierta ilusión de clasificar a alguna copa internacional. O sumando los puntos necesarios como para no estar comprometido en la temporada 2019/20.

El aspecto defensivo fue correcto. Aun sin dos de sus centrales titulares del semestre anterior (Noguera y Campi), mostró solidez. Colo Colo atacó mucho pero no le creó una sola situación de riesgo a Mariano Andújar. Bien los centrales, y también bien los marcadores de punta. El que más feliz se volvió de Santiago fue Iván Erquiaga, un paso por delante del año pasado. Sin lugar a dudas, el pibe tendrá un arranque de torneo con todas las miradas sobre sus espaldas.

En el medio se vio lo mejor de un equipo que pretende tener poco la pelota y salir rápido de contra. Iván Gómez volvió a ser el mejor. Fue una confirmación que no puede ni debe salir del equipo. Entonces la pregunta que Benítez tendrá que responder: ¿adentro Braña para un doble cinco de mucha marca?

Otra vez el uruguayo Manuel Castro dejó una grata imagen. Correcto en la banda derecha, con despliegue de punta a punta. Hacía rato que el equipo no tenía un número “8” clásico, con idea y vuelta. Y pelota al aérea.

La Gata Fernández fue muy intermitente. Le faltó un socio, porque no lo encontró en López ni Albertengo. Este parece ser el aspecto a trabajar en la semana por el técnico, sobre todo porque será clave cuando tenga que asumir otro protagonismo en un partido.

El punto más bajo del equipo, no obstante, parece ser el sector izquierdo. No le sienta bien el puesto a Edwar López, muy lento de movimientos. No tuvo explosión ni juego con la pelota en sus pies. Es verdad que allí estará Matías Pellegrini, la mejor noticia que recibió el Chino Benítez en lo que va de la pretemporada. No podrá tenerlo en el primer partido contra Vélez (llegó a la quinta amarilla), pero en los amistosos jugados en el Country y el sábado en Chile mostró que se parece más al que debutó en Primera que a ese que había caído en la nebulosa.

El verano terminó con una sonrisa. Habrá qué ver cómo está Gonzalo Jara, la duda en el medio, el esquema y si el “9” es Pavone o Albertengo. Pero tiene más monedas en el bolsillo que el año pasado.

Benítez tiene dos temas a resolver: la pareja de doble cinco y quién será el delantero

 

 

 

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