Un grito que aún retumba
Edición Impresa | 31 de Enero de 2019 | 03:44

Por WALTER EPÍSCOPO
Abrazos. Emoción. Reencuentros. Gimnasia vivió anoche una velada especial en el mismo estadio donde 25 años atrás obtenía la Copa Centenario. Es que organizado por la Dirección de Cultura y Museo de la Institución, se realizó un merecido homenaje a los futbolistas que consiguieron aquel logro. Y por allí estuvo el Javier Lavallén, héroe en aquella final contra River atajando un penal con el partido aún 0-0; Darío Ortíz que jugó los seis partidos de la competencia y Jorge San Esteban, dos exponentes del fútbol juvenil Tripero.
Así fueron llegando de a uno al “Juan Carmelo Zerillo” donde fueron recibidos e invitándolos a pasar y revivir lindos momentos. Hubo familiares y allegados, que fueron poblando la glorieta del estadio.
Tras recorrer el sector del Museo donde fue ubicada la Copa Centenario, se pudo observar material de aquel momento también.
Un lindo momento también tuvo como centro a Héctor Delmar, quien en ese entonces era el presidente de la Entidad.
No faltaron los videos y los saludos de aquellos ex futbolistas que hoy no se encuentran en nuestro país como Hernán Cristante y Pablo Morant (México), Guillermo Sanguinetti (Colombia), Guillermo y Gustavo Barros Schelotto (Estados Unidos), José María Bianco (dirigiendo en Mendoza), Favio Fernández (trabajando en Mar del Plata) y Sergio Dopazo (en Chacabuco, pero mañana sí dirá presente), entre otros.
En medio de todo eso, surgieron recuerdos y anécdotas de lo vivido en esos seis partidos que duró la competencia y que quedarían en el recuerdo de todos.
Todo fue amenizado por una cena donde lógicamente hubo presencia dirigencial.
En este sentido, vale agregar que el festejo organizado anoche no será el único, ya que también desde el Club se ha preparado un festejo para mañana, en oportunidad del partido frente a Tigre. Los integrantes de aquel plantel, ingresarán al campo de juego para que puedan recibir el cariño de la gente y se les entregará un reconocimiento. Así que ese será otro momento especial, donde quienes escribieron esa página tan importante para la historia del Lobo, levantarán sus brazos para sentir una vez más el cariño y admiración de los hinchas, como hace 25 años atrás en aquella calurosa jornada del 30 de enero de 1994, luego de que el mismo presidente de la AFA, bajara al campo de juego para entregar la Copa e iniciar la esperada vuelta olímpica.
“Yo tenía 19 años en la final y no había tomado consciencia. Hoy a la distancia uno ve lo importante que fue aquello”
Javier Lavallén
Arquero campeón
Además de algunos componentes del plantel, estuvieron varios ex dirigentes, encabezados por Héctor Atilio Delmar, presidente en aquella conquista, durante uno de sis cinco mandatos. Cuando se trasladaron al Museo, “Cacho”, gran orador, tomó la palabra e hizo emocionar a los presentes recordando el enorme esfuerzo para que aquella fiesta con final feliz se desarrollara en paz y en el Bosque. También estuvieron los ex dirigentes Héctor Domínguez, Francisco “Pancho” Terrier y Dardo Cotignola.
Otros invitados especiales fueron el doctor Vicente Paús, jefe del Departamento Médico en el equipo campeón, el doctor Pablo Del Compare, quien desde aquel momento permanece en el club, el kinesiólogo de aquel equipo, Carlos Budzich y “Cali” Phillisberg, quien fuera el utilero.
También se sumaron los ex jugadores Oscar Olivera, quien estuvo en el plantel en todo el proceso previo a la Copa y Joaquín Saffores, juvenil de aquel elenco tripero.
Tras la recorrida por el campo de juego, los protagonistas de aquel equipo dialogaron con este diario. Jorge San Esteban relató que “todo esto es muy lindo, a uno le vienen muchos recuerdos de lo lindo que se vivió hace 25 años. Aquello fue algo soñado, yo había arrancado acá en el club a los 6 años y poder dar la vuelta en el Bosque fue algo fantástico”, recordó el ex central.
A la hora de tomar la posta, el Indio Ortíz sostuvo que “estos eventos te permiten recordar momento únicos. En aquella Copa comenzamos eliminando al clásico rival y con mucha autoridad y después imponerse contra el mejor River de Passarella. Fue una gran alegría por tratarse de una competición oficial, ganada por esa camada que después realizó grandes campañas en el club”, resaltó.
A la hora de analizar aquel grupo ganador, dijo que “se trataba de un grupo muy inteligente, fijate que la mayoría de los jugadores de ese plantel hoy somos entrenadores. Eso te da la pauta de que sabíamos lo que queríamos, nuestras virtudes y limitaciones. Siempre pusimos al club por delante”.
“Me alegro por todos los compañeros y me acuerdo de Hugo Guerra, que no está y era mi gran amigo”
Darío Ortíz
Defensor campeón
Con relación a la tarde de la consagración, recordó que estaban “muy tranquilos, creíamos mucho en nosotros, nada nos intimidaba, éramos indios salvajes, se solucionaba todo de otra manera, si había que agarrase a piñas, lo hacíamos. El fútbol ha cambiado mucho, todos estábamos identificados con la institución, no había uno que no hablara de Gimnasia, de nuestros protagonistas y nuestra gente. Lo mismo que trato de pregonar hoy en el club”.
En plena recorrida por el Museo, el “Lolo” Lavallén dijo que “esto es fantástico, el Museo no lo conocía y es hermoso a nivel institucional, que se guarde la historia de Gimnasia. A la distancia, cuando pasa el tiempo, uno se emocionada cada vez más. Esto me trae recuerdos, para nosotros los gimnasistas este siempre es un lindo punto de encuentro en nuestra casa”. La noche terminó con una cena plagada de anécdotas a pura emoción.
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