“Era mi papá o el delincuente”, dijo hija del ferretero que mató a un ladrón

Un ferretero de 88 años mató ayer a un hombre de 28, a quien acusó de asaltarlo con un arma blanca en su comercio de la localidad bonaerense de San Fernando y tras el crimen detuvieron a la novia del fallecido como cómplice del intento de robo, informaron fuentes policiales.

El hecho ocurrió en una ferretería situada en Arnoldi al 1600, en dicha localidad del partido homónimo, en el norte del Gran Buenos Aires, propiedad de Juan Bautista (88), quien denunció que fue abordado por un delincuente con fines de robo.
Fuentes policiales informaron a Télam que el asaltante amenazó al ferretero con un cuchillo y, al intentar reducirlo, éste se resistió y se trabaron en lucha.

"Lamento mucho la muerte del asaltante, soy madre y entiendo el dolor de su familia. Pero era mi papá y o el ladrón. El mismo delincuente ya le había robado hace unos 20 días, no hicimos la denuncia porque son de acá, los conocemos", dijo este lunes Mirta, hija del ferretero.

"Juan está bien, lo tenemos contenido y tenemos custodia, pasa la policía a cada rato. Quiere trabajar pero va a tener que cerrar unos días", agregó la mujer.

Investigan si el ladrón ya lo había asaltado otras cuatro veces

La justicia investiga si el joven que ayer murió apuñalado y degollado por un ferretero de 88 años que se resistió a un robo en la localidad bonaerense de San Fernando, ya había asaltado en otras cuatro oportunidades al comerciante que, si bien quedó imputado formalmente por el homicidio, está en libertad porque todo indica que actuó en legítima defensa, informaron hoy fuentes judiciales.

El fiscal de San Fernando a cargo de la causa, Alejandro Musso, cuanta con el testimonio de los familiares del ferretero Juan Bautista Blanco (88), quienes afirmaron que joven fallecido, Cristian Pirrolla (28) era un vecino que ya había robado el comercio junto a su pareja, Verónica González (32) -detenida desde ayer por el caso-, en al menos otras cuatro oportunidades.

Según las fuentes, la pareja vive en Lugones al 1600, es decir, en la misma manzana, pero a la vuelta de la ferretería y el domicilio de Blanco, ubicado en Arnoldi 1698, donde ocurrieron los hechos.

“Son vecinos. La familia del ferretero los conoce y les decían 'los cirujas de la vuelta' y siempre causaban problemas”, dijo a Télam una fuente judicial.

El mismo informante explicó que de acuerdo a los testimonios colectados en el expediente esta pareja ya había robado con distintas modalidades la ferretería.

“A veces venían con algún cuento y luego cometían el asalto, como ayer que la mujer primero entró sola para pedir dos tornillos y cuando salió entró Pirrolla encapuchado con un gorro y el cuchillo en la mano. Otras veces cometían asaltos con sus hijos, en modalidad robo piraña”, contó la fuente consultada.

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