“Vitalina Varela“ de Pedro Costa

Día 6: Competencia Internacional

          Cuando vi Juventud en Marcha (2006) de Pedro Costa estaba en medio de un festival de cine. Había visto algunas películas ya y tenía un par más por ver. La película era por momentos algo oscura, densa y repetitiva. Casi me duermo en la mitad. Esa película no estaba hecha para mí en ese momento. Borges decía algo alrespecto. Si leemos un libro y nos parece pesado o aburrido, ese libro tal vez no es para nosotros en ese momento, y tendremos que intentar leerlo en otra oportunidad.

          Otra oportunidad fue este 34° Festival de Cine de Mar del Plata, con Vitalina Varela, otra película de Pedro Costa, que también participa de la Competencia Internacional. Aquí el director portugués retoma personajes de sus anteriores películas, y sobre todo, su fuerte estilo visual y narrativo.

          En el inicio unos obreros vuelven caminando muy lentamente de sus trabajos. Cada uno llega como derrotado a su casa. La iluminación de cada plano es digna un claroscuro de Caravaggio. Cada puerta se muestra en un plano entero y fijo, con una luz puntual. La fotografía es irreal, pero el espacio es una villa demasiado verdadera. Esa iluminación hace que luzca como una reconstrucción, como escenografías de teatro, que sin embargo transmiten un sentimiento de abatimiento auténtico y rotundo. Acto seguido, unos pies descalzos bajan de un avión. Es Vitalina Varela que ha vuelto a su barrio por la muerte de su esposo. Todos se lamentan porque recién ha podido llegar tres días después del entierro. El clima sigue siendo muy oscuro, pasan los días pero el sol no parece salir nunca. Los amigos de quien fuera su esposo, borrachos del barrio, se siguen acercando a la casa para darle sus condolencias. Pero la sombra de cada persona que entra oscurece más y más la casa. Cada invitado, por un lado le da sus condolencias pero, por otro, cada una de sus sombras que tapan a Vitalina,  la hacen sumergirse más y más en la noche. ¿Es que tiene la obligación de llorar a su esposo?  ¿Su esposo era bueno con él? ¿Por qué suponemos que se amaban y que se extrañarían amorosamente?

          Este clima demoledor hace de Viatlina Varela un drama consolidado, que se cuestiona acerca de las relaciones humanos y el por qué de seguir viviendo. Una película compleja, con sus tiempos, con su espesor. Que bien vale estar dispuesto y preparado para abarcarla en su totalidad. Abordarla con herramientas y predisposición para aventurarse de manera consciente a su compleja oscuridad tratando de encontrar una nueva mirada.

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