Hacía las compras y le pusieron un arma en la cabeza delante de sus dos hijos

Ocurrió en una pollajería de Barrio Hipódromo. Los chicos escaparon del local al ver que el ladrón le apuntaba a su mamá

Edición Impresa

El sábado no quedaba mucho por hacer, pero la pollajería situada en 38 entre 121 y 122 todavía ofrecía la posibilidad de resolver la cena o alguna de las comidas del fin de semana largo. La mujer fue a comprar con sus dos hijos y encontró el terror en un asalto que la sorprendió mientras la atendían.

Un video de las cámaras de seguridad del comercio mostró ayer la dimensión de la emergencia que se transmitió hacia la Policía ya en la noche del sábado.

Era un nuevo alerta desde un área que la semana pasada dejó un atraco sangriento. A un carnicero le cortaron la oreja en su local de 122 y 42.

Esta vez, la clienta, de unos 30 años ingresó al local junto a dos hijos, una nena y un nene. Hasta allí un “mandado” más en la vida cotidiana de una familia.

En segundos la situación se complicó hasta ingresar en tensión extrema. Mientras alguien responde al pedido de la mujer y coloca una bolsa con milanesas sobre la balanza electrónica, un hombre joven, vestido con una remera rayada, ingresa al comercio y va directo hacia la clienta.

En las imágenes que se conocieron ayer, se observa al ladrón extraer lo que parece un revólver y abalanzarse contra la mujer con el objetivo de reducirla.

Sólo la billetera

En forma sorprendente para un investigador de la zona, “el tipo parece que no se interesa por robar al negocio. Va directo hacia la clienta”.

Así las cosas rodea con uno de sus brazos el torso de la víctima y con el otro le apunta con el arma. Primero apoya el cañón en la espalda de la mujer y luego, en medio del forcejeo lo dirige hacia la cabeza.

Toda la escena es observada tanto por quien atiende -que no aparece en el encuadre mostrado por la cámara- y por los dos nenes que entraron al local junto con la mujer.

El arma y la violencia contra la víctima pusieron en pánico a los niños, quienes directamente corren hacia la puerta y escapan del negocio.

Mientras tanto, el ladrón logra quitarle la billetera a la clienta, una vez que cae al piso. Luego se dirige hacia la puerta.

Con una maniobra torpe abre la hoja de vidrio y escapa en la dirección opuesta hacia la que corrieron los chicos.

En el tramo final del atraco, cuando forcejea con la víctima, queda al descubierto el rostro, luego de que intentara taparlo subiendo la remera por el cuello.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE