De palo a palo, los arqueros salidos de las inferiores del Lobo en las últimas tres décadas

Nelson Insfrán pasó a formar parte del grupo de goleros que tras pasar por juveniles lograron debutar en el arco Tripero en Primera División

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Por WALTER EPÍSCOPO

wepiscopo@eldia.com

Lo ocurrido en la cancha de Banfield con Nelson Insfrán es triste y le puede romper el corazón al que lo analiza más allá del partido, que el Lobo quedó con uno menos, que no fue penal, etc. etc... En lo individual, en la cabeza y ánimo del arquero Tripero, todo lo que se rompió en ese minuto 29 donde lo expulsan. Esperar desde chico llegar a Primera. Poder debutar. Ser suplente. Irte a préstamo por que no tenés lugar. Y por fin debutar a los 24 años... Todo ese sueño se rompe por la injusticia del que debe impartir justicia.

No es fácil llegar a Primera. Y posiblemente más para un arquero. Por que solo juega uno, no es como otros puestos. Hoy un delantero puede volantear o un lateral ser volante...

El arquero debe tener mucha paciencia y no fallar “el” día que le toca, sino puede quedar destinado a largas temporadas en el banco. En su momento aparecieron Hernán Cristante y Enzo Noce, el primero fue transferido pero Leo estuvo más de una década en el arco, y detrás suyo esperaron Guillermo Hernando, Javier Lavallén en los `90.

En la década siguiente aparecieron arqueros del Club, pero en muchos casos debieron esperar ante arqueros que llegaban de afuera por una temporada como pasó con Olave, Bobadilla, Navarro Montoya, Cejas, Sessa, entre otros). Por eso algunos pibes del Club jugaron un puñado de partidos y debieron irse.

Tiempos donde el hoy reconocido internacionalmente entrenador de arqueros, Gustavo Piñero (actualmente en la Selección de México), preparaba montones de pibes.

Y hubo casos especiales de arqueros que llegaron a ser suplentes e integrantes del plantel pero ni siquiera pudieron debutar como Daniel Bertoya (estuvo de 1997 a 2001); Juan Cupertino (de 2006 a 2009); Juan Pablo Noce (en 2015); Pablo Torres (estuvo de 2016 a 2018 en el plantel); y Tomas Durso (desde 2018 en el plantel hasta la actualidad en Reserva y banco de Primera).

Muchos se cansaron de esperar y debieron irse; a otros cuando les llegó la chance, no era el mejor contexto y se los devoró ese momento. También va en el carácter de cada uno y de la “madera” que está hecho para bancarse la presión y responsabilidad de un arco. A Monetti le tocó descender con 22 años, ascender con 24, y luego obtener títulos en Lanús y Atlético Nacional (Colombia).

Hoy es tiempo de Martín Arias e Insfrán que le pelea el puesto. Más adelante será el de Durso. Los clubes no pueden gastar millones en un arquero, los tiene que hacer, deben salir de sus entrañas y darles todo para mejorarlos. Si en el arco hay un pibe del Club, que no queden dudas, estará en buenas manos.

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