Francia vive una pesadilla por el paro del transporte público

Edición Impresa

PARÍS

Cientos de kilómetros de atascos y una pesadilla con el transporte público en París marcaron ayer el quinto día de la huelga en Francia contra la reforma de las jubilaciones por el presidente Emmanuel Macron, que enfrenta una prueba de fuego para su proyecto de ley.

Las escenas se repitieron en toda la región parisina: trenes suburbanos repletos y estaciones colapsadas. Nueve de las 15 líneas del metro (subte) de la capital francesa permanecieron cerradas y solo dos, automatizadas, funcionaban normalmente.

Para hoy, los sindicatos convocaron a nuevas huelgas y manifestaciones, tras el éxito de la primera jornada de movilizaciones que el jueves pasado sacó a 800.000 personas a las calles.

La compañía nacional de ferrocarriles SNCF informó que funcionarán “entre 15 y 20 por ciento” de sus trenes habituales, con un servicio internacional “muy perturbado”, al igual que ayer. Air France anuló para hoy el 25 por ciento de sus vuelos domésticos y 10 por ciento de los vuelos de media distancia. Ante la falta de transportes públicos, y con una mañana de fuertes lluvias, muchos no tuvieron otra opción que tomar sus vehículos lo que creó más de 600 kilómetros de atascos en la región parisina en la mañana, tres veces más de lo normal.

Bajo presión máxima, el Ejecutivo tiene previsto presentar mañana miércoles su reforma, de la que por ahora solo se conocen las grandes líneas. Aunque quienes la rechazan, sostiene que precarizará el sistema, subirá la edad de retiro y bajará los haberes. (AFP)

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE