Cambaceres le bajó la persiana al 2019 con una campaña lejos de lo esperado

Al equipo le costó encontrar el equilibrio con Casanueva como técnico. Tras su salida, llegó Rubén Agüero, quien reacomodó el rompecabezas

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Por LEANDRO DUBA

lduba@eldia.com

No fue el cierre de temporada ideal para Defensores de Cambaceres. Porque todos habían apostado a modificar la pálida imagen que había dejado en el 2018, cuando su actuación futbolística terminó siendo la peor de su historia.

La continuidad de Jorge Casanueva estaba asegurada, más allá de aquella campaña penosa que no registra antecedentes.

Con el comienzo de una nueva temporada, se renovaron las ilusiones y se apostó fuerte a pelear los primeros puestos en el Apertura de la D, que acaba de finalizar. Era un deseo, una necesidad.

El objetivo que pusieron sobre la mesa los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes fue que Cambaceres volviera a los primeros planos. Y que recuperara aquel protagonismo que supo tener en algún momento y que dejó en el olvido en los últimos años.

La llegada de nuevos jugadores y la conformación de un plantel que estuviera a la altura de las circunstancias, le abrió el abanico de ilusiones a todo el pueblo Rojo.

Arrancó el último semestre de este 2019 con una victoria sobre Argentino de Rosario (1-0), pero después, llegó el cachetazo de Atlas (0-2), en la segunda jornada.

Sin embargo, el empate con sabor a poco ante Yupanqui (2-2), en el 12 de Octubre, y las sucesivas victorias sobre Puerto Nuevo (5-1, con una actuación que no tuvo grietas y que rozó la perfección) y Deportivo Paraguayo (2-1), y la igualdad de visitante ante el siempre peligroso Juventud Unida (1-1), le generó al hincha una expectativa diferente, porque el equipo empezaba a dar sus frutos, y se metía en los primeros puestos del campeonato sin hacer demasiado ruido.

Pero lo bueno que había logrado Cambaceres en esas tres fechas se desmoronó en un abrir y cerrar de ojos, porque el rendimiento decayó. El técnico no le pudo encontrar la vuelta, y encima, las dos derrotas subsiguientes de local (Centro Español y Muñíz, ambos por 2-3) precipitaron su salida.

Cambaceres finalizó el Apertura en el octavo puesto, a 12 puntos de Liniers, el campeón

 

En ese entonces, Cambaceres había quedado relegado de la punta, y de los puestos de clasificación para el Reducido por el segundo ascenso.

Con la salida anticipada de Jorge Casanueva y la llegada de Rubén Agüero, se generó otra expectativa. En los jugadores y también en la gente, aunque la desilusión no se pudo ocultar nunca.

El “Negro” se hizo cargo de un plantel golpeado, herido en su amor propio, pero con la esperanza de enderezar el rumbo. Le tocó bailar con las más fea, es cierto, porque debutó con un empate ante Claypole (1-1), equipo que terminó siendo uno de los escoltas. Hubo algunos retoques en el equipo, pero lo necesario, como para terminar el año de otra manera.

Llegaron dos derrotas en cadena (Liniers -a la postre, el campeón- y Sportivo Barracas), pero después, encontró algo de oxígeno con la victoria sobre Central Ballester (2-1), en Ensenada, y con el empate sin goles con Lugano, en Tapiales, lo que marcó el cierre de la temporada.

Cambaceres, en definitiva, cerró una campaña irregular, con muchos altibajos. Jamás hizo pie en el torneo porque los resultados no acompañaron demasiado. Y porque el rendimiento colectivo del equipo volvió a quedar en deuda con la historia del club.

El octavo puesto en el Apertura no satisfizo a nadie. El objetivo fue pelear los primeros lugares y no se cumplió. Ni siquiera pudo quedar en zona de clasificación para el Reducido por el segundo ascenso.

En el Clausura que comenzará el 8 de febrero de 2020, Camba volverá a tener la chance de poder expresarse en la cancha y poner otra vez a prueba el sentimiento del hincha.

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