Se presentó como cliente, pidió cigarrillos y sacó el arma para llevarse la plata

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“Hace más de tres años que estamos en esta esquina, abrimos las 24 horas y nunca tuvimos problemas”, le aseveró a este diario el encargado del turno diurno del kiosco situado en 4 y 57. La situación cambió luego del robo del que fueron víctimas ayer por la madrugada, a manos de un único delincuente armado.

El episodio ocurrió a las 3.40 horas. En el local apenas baja el sol cierran la persiana y atienden a los clientes por una ventanilla, como una precaución extra.

A Gustavo le toca el horario nocturno y fue él quien tuvo la mala fortuna de ser asaltado por primera vez.

En esas circunstancias, un hombre de unos 35 años tocó el vidrio y pidió un paquete de cigarrillos. El empleado, sin sospechar nada, lo fue a buscar al mostrador y, cuando volvió, el comprador le mostró sus verdaderas intenciones.

“Se levantó la remera y le señaló la panza, porque tenía una pistola metida en el pantalón”, contó el compañero de la víctima.

No hizo falta que el ladrón dijera nada. Gustavo volvió a ir hacia el sector de la caja y manoteó el cambio que había quedado de la jornada laboral (unos tres mil pesos), volvió sobre sus pasos y se lo entregó al delincuente que esperaba en la vereda.

Por su parte, el desconocido tomó el dinero y luego se subió al vehículo en el que había llegado, un Fiat Siena color blanco. Presuntamente tendría un cómplice que lo esperaba en el auto.

En tanto, el encargado manifestó en diálogo con este medio que “suele haber un patrullero enfrente, estacionado en el ACA, es raro que no esté”.

En ese sentido, agregó que esa es la razón por la cual “en la zona no suele haber robos, sumado a que la diagonal 79 es muy transitada y hay movimiento”.

 

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