¡Ni la esposa lo quiere cerca! En la Casa Blanca, Melania Trump no duerme con el presidente

El libro aborda, entre otros temas, el poder de la primera dama para hacer echar a funcionarios que no le agradan, y la relación tensa con Ivanka, hija del magnate, por quien se siente opacada

Edición Impresa

WASHINGTON

La primera dama de EE UU, Melania Trump, duerme en una habitación diferente a la de su marido, el presidente Donald Trump, y a veces se siente relegada por el papel preponderante que ocupa Ivanka, fruto del matrimonio del mandatario con su primera esposa, Ivana, según explica la periodista de la CNN Kate Bennett en su libro “Free, Melania: The Unauthorized Biography” (Melania, libre: biografía no autorizada).

En su obra, que ayer salió a la venta en EE UU, Bennett, que cubre la Casa Blanca y los temas relacionados a la primera dama, revela intimidades de la vida de Melania y pone luz sobre el vínculo que tiene con su esposo y con Ivanka.

DORMITORIO PROPIO

Melania vive en sus propios espacios dentro de la Casa Blanca y en un piso diferente al que vive Trump, lo que convierte a la pareja presidencial en una de las pocas que no han compartido dormitorio, detalla la periodista de CNN.

El libro describe las incomodidades de vivir en este histórico edificio: pese a que la residencia ocupa más de 9.000 metros cuadrados, la mujer del comandante en jefe no puede caminar por los jardines del complejo cuando tiene ganas, ni abrir una ventana sin la autorización del Servicio Secreto o regular el termostato a su antojo.

No obstante, Melania tiene más poder del que realmente aparenta en el Ala Oeste de la Casa Blanca, donde están las oficinas del poder Ejecutivo. Por ejemplo, Bennett señala que la primera dama fue responsable directa del despido de Mira Ricardel, asesora adjunta de Seguridad Nacional de Trump, después de que ambas mujeres tuvieran sus discusiones en el viaje de la esposa del mandatario a África en 2018.

En noviembre del año pasado, la Casa Blanca anunció la salida de la consejera después de que la oficina de Melania pidiera abiertamente su despido.

Según medios de comunicación, Ricardel se enfrentó con el personal de la primera dama por un tema vinculado al viaje de Melania a África: el diario The Wall Street Journal informó que Melania sospechaba, además, que Ricardel había filtrado historias negativas sobre ella y su equipo a la prensa.

La primera dama fue también responsable -narra el libro- de que la Casa Blanca decidiera prescindir en 2017 de la jefa de Servicio Angella Reid, que se encargaba de supervisar las actividades administrativas de la mansión presidencial.

IVANKA Y MELANIA, ¿TODO MAL?

La relación entre Melania e Ivanka Trump no es tan amigable como antes del desembarco de la familia en la Casa Blanca, según cuentan en el libro fuentes del entorno de la primera dama.

A pesar de la aparente relación cordial que ambas mujeres comparten, la figura sin precedentes y no oficial de “primera hija” que ocupa Ivanka molesta a Melania, ya que a veces se siente relegada a un segundo plano, lo que ha causado algo de drama en el seno familiar.

Esa tensión quedó ejemplificada cuando Melania llevó una campera de Zara con el polémico mensaje “I really don’t care, do u?” (realmente no me importa, ¿(y) a ti?) durante una visita a la frontera con México en junio de 2018 a centros de detención de menores inmigrantes.

En opinión de Bennett, se trataba de un mensaje dirigido a Ivanka: “Creo que la campera fue un dardo para Ivanka y sus intentos casi constantes de vincularse a puntos positivos de la Administración”, escribe la periodista Bennet, que revela además que los Trump, a pedido de Melania, estuvieron por comprar un perro pese a la aversión del magnate por las mascotas. Finalmente, la familia descartó la idea. (EFE)

 

 

Trump
Melania
Casa Blanca

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE