Salir del Bosque, un mal que el Lobo padece desde hace bastante tiempo y preocupa
Edición Impresa | 10 de Febrero de 2019 | 04:24

Por WALTER EPÍSCOPO
Otro partido para el olvido de Gimnasia. Como había ocurrido 15 días antes en Tucumán, aunque en esta oportunidad sin goleada de por medio. Sin juego, por momentos desorientado. Sin una idea clara, solo la del pelotazo para ver qué se puede hacer arriba. Así el Lobo va deambulando en estas fechas donde se está jugando ni más ni menos que la permanencia. El Granate fue superior y su triunfo no corrió peligro.
Jugadores erráticos con la pelota, parecen sufrir más que jugar, al ver que no hay señales de recuperación. Y esto había pasado también en el primer tiempo con Tigre, solo que la gran reacción en el complemento invitó a pensar que ver otro Gimnasia era posible. Pero no.
Desde el inicio pareció que los albiazules jugaron a aguantar el cero, y después ver si con alguna pelota parada o algún pelotazo, podía acercar peligro. Eso funcionó hasta el minuto 35 cuando el local de penal abrió el marcador. Pareció desmoronarse el plan, por que los de Troglio estaban lejos de hacer un gol, y enseguida, apenas minutos más tarde, llegó el 2-0 del Grana.
Una derrota más saliendo del Bosque. Lleva nueve salidas en la actual Superliga (ganó 1, empató 1 y perdió 7), y tras aquel empate con San Martín de Tucumán y triunfo con Patronato en la 4º y 5º fecha, respectivamente, vinieron seis caídas consecutivas. Así es dificil cumplir cualquier objetivo por que siempre se necesita una continuidad para todo, y hace tiempo que el Lobo no puede ganar dos partidos seguidos, ó meter una racha de partidos sumando. Y esto excede al técnico.
Pasó con Facundo Sava, con Mariano Soso y antes con Gustavo Alfaro. Precisamente con Alfaro tuvo su última racha interesante, donde estuvo ocho partidos sin perder (con 6 triunfos y 2 empates en el torneo local), sumando cinco victorias consecutivas (tres salidas victoriosas seguidas ante Godoy Cruz, Tigre y Atlético Tucumán). En el medio de esos ocho se puede agregar el empate 0-0 en Brasil ante Ponte Preta por la Sudamericana.
Esta reseña sirve para ver que desde ese momento (fines de 2016 e inicio de 2017), Gimnasia se volvió un equipo que de visitante prácticamente no suma puntos. Alguna razón debe haber, pero ni los propios protagonistas encuentran los motivos (Martín Arias lo aseguró tras la caída con Lanús) de por qué ese cambio tan nítido. Son unos jugando en 60 y 118, y otros de visitante.
En la intimidad de Abasto se deberán buscar los motivos y encontrar respuestas rápidas, por que el torneo va transcurriendo y quedan siete partidos. El segundo tiempo con Tigre como algunos partidos del semestre pasado (Boca, River, Central, Patronato, e incluso en la derrota con Unión), sirvieron para demostrar que este equipo puede dar más. Al menos pelearla. Mostrar hambre. Actitud. Que está capacitado para afrontar el desafío de mantenerse en Primera División. Ahora, si no se patea al arco, no se dan dos pases seguidos o se muestra una idea de juego, se hará muy dificil. Prácticamente, imposible ganar.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE