“Battle Angel: La Última Guerrera” de Robert Rodriguez

Arrastrando el Alita. (***)

          La superproducción Battle Angel: La última guerrera se llama en realidad Alita: Battle Angel que, a su vez, está basada en una historieta japonesa nacida en los `90 que se llama Gunnm. De todo eso que se haya perdido en la transposición y en la traducción nos llega esta película dirigida por Robert Rodriguez (El Mariachi, Sin City) que en 1993 tuvo su versión animé con dos episodios de media hora.

          Aquí se muestra un mundo postapocalíptico, como es habitual en los mangas ya que con justa razón los japoneses quedaron muy traumados después de las dos bombas atómicas que les tiraron. Ciudad de Hierro parece ser una metrópoli que se fue creando a partir de los desechos de otra ciudad flotante, Zalem. Es como un inmenso barrio privado en los cielos a los que la clase que está abajo, literalmente, no puede acceder. Entre toda esa basura el Dr. Ido encuentra un ciborg (o sea, un ser que tiene algo de cibernético y algo de organismo biológico) que todavía vive. Como este doctor se dedica a reparar ciborgs, ya que en este universo futurista son cosa común, la repara y la nombra Alita, el mismo nombre de su propia hija ya fallecida.

          El problema es que Alita no recuerda nada de su vida pasada. Pero como cada vez que enfrenta algún peligro ella reacciona automáticamente para combatir como si fuera soldado, empieza a sospechar. Pero bueno, Alita también se enamora de Hugo un ladrón de ciborgpartes, pero también Alita desea jugar al Motorball un deporte futurista, violento y tonto, pero Alita también empieza a trabajar como cazarrecompensas, pero Alita también debe luchar contra Nova un ser oscuro y misterioso que vive en Zalem y planeará todo para que Alita no descubra su verdadera identidad y no luche del lado de los marginales. Como se verá es bastante complicado resumirlo en un solo hilo dramático, y eso que faltan algunas tramas más. Esta película que tiene escenas visualmente geniales y coreografías muy atractivas es a la vez un rejunte de muchas historias, seguramente extirpadas de cada número de la historieta original, apiñadas para que todas tengan su lugar a lo largo del film. Esto parece atentar contra la narración ya que se dificulta poder empatizar con los conflictos y emociones de los personajes. Tampoco parece haber tiempo para eso. Alita es un Frankenstein, tanto el personaje y la película.

         En realidad Battle Angel es una producción (y guion) de James Cameron (Avatar, Titanic) que se la tiró por la cabeza a Robert Rodriguez mientras él hace las eternamente esperadas continuaciones de Avatar. Con todo esto, la película evidentemente se torna por lo menos un tanto fallida comparando con los anteriores trabajos del director, que hasta su saga de Spy Kids consistía en grandes películas. Acá parece más preocupado en seducir a Cameron, mostrarle el Alita que él quiere, en vez de dar la vida por hacer su arte. A causa de esto seguramente estemos hablando de unos de los mayores fracasos en taquilla de este año. Aunque eso está por verse.

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