Una decisión arriesgada que profundiza la grave crisis mens sana

Gimnasia vive horas agitadas. Al pésimo momento del equipo se le agrega una determinación que traerá consecuencias

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Por NICOLÁS NARDINI

nnardini@eldia.com

La decisión de la CD mens sana de prescindir de los servicios de Pedro Troglio agrava la aguda crisis futbolística que se está viviendo en la entidad de calle 4. Gimnasia está en una posición delicada en la tabla de los promedios y el equipo entró en un tobogán preocupante.

La determinación de echar al entrenador, en este contexto, contribuye a la profundización de una crisis de la que no todos parecen haber tomado nota en el mundo albiazul. La ayuda de otros equipos que son peores en esta Superliga maquilla el oscuro momento y sólo por ello es que el Lobo no cayó en la zona roja en la tabla de los promedios. Pero Gimnasia no puede seguir tentando a la suerte, porque si cualquiera de los clubes que pelea abajo encamina una mini racha positiva, la realidad podría pegar como una cachetada dolorosa, aunque nadie podrá decir que inesperada.

Con la partida obligada de Troglio se abren distintos focos de conflicto interno y externo. Cambiar a mitad de camino es, como mínimo, arriesgado, porque quien suplante al DT saliente (puede que sea Ortíz hasta el final del campeonato) tomará un equipo al que no preparó desde el vamos bajo sus parámetros: pretemporada, diseño táctico, cargas de trabajo durante la competición, por citar algunos ítems. En el caso puntual del Indio, la única ventaja que tiene es que formó parte de la mesa de análisis en la llegada de casi todos los refuerzos, pero una cosa es ser coordinador del fútbol y otra -muy distinta- ser la cabeza visible del primer equipo, con la gigantesca responsabilidad que ello implica.

La salida de Troglio, además, fragmentará el tejido social de la institución. Aquellos “troglistas” más acérrimos pondrán el grito en el cielo por esta decisión, en tanto que sus detractores celebrarán la medida. De un lado y del otro de la “grieta”, quedarán cicatrices entre los propios socios e hinchas de Gimnasia. El debate siempre es sano, pero si muta en desunión o deriva en posturas irreconciliables entre los propios socios triperos, puede convertirse en un cóctel nocivo para encarar este tramo final de la Superliga donde el club pondrá en juego, nada más y nada menos, que la permanencia en la Primera.

Gimnasia no tiene un plan B. La apuesta inmediata será Hernán Darío Ortíz, alguien con quien Troglio tuvo una respetuosa convivencia, aunque con la íntima sospecha (jamás revelada públicamente) de que el “Indio”, más tarde o más temprano, iría por su buzo de DT.

Gimnasia ya no tiene margen para más errores y equivocaciones. En calle 4 gastaron todos los cartuchos y con la marcha de Troglio también se fue la bala de plata.

El entrenador saliente protagonizó el peor ciclo de los tres que tuvo en el club. Nunca le pudo encontrar la vuelta al equipo y los números lo dejaron expuesto. Sin embargo, la riesgosa medida de apartarlo del cargo no es, en absoluto, garantía de que se hallarán las soluciones para una crisis que va mucho más allá de Pedro Troglio.

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