El temporal causó un desastre: tumbó árboles, voló techos y “apagó” la Ciudad

Cayó mucha agua en poco tiempo y muchas calles parecieron ríos. Ráfagas muy localizadas, tiraron más de 150 ejemplares, aplastando autos y generando un caos en el tránsito. Un colectivero resultó herido por una chapa

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Los peores fantasmas sobrevolaron la Región. Lluvias torrenciales, vientos furiosos, granizo en muchas zonas, enormes árboles caídos, casas inundadas y autos varados en la calle, extensos cortes de luz que afectaron a particulares y a hospitales. Todo en 20 minutos. Los vecinos pasaron de la sorpresa al temor y del temor a la incertidumbre. Según el Municipio, no hubo evacuados.

La agobiante ola de calor que ganó a la Ciudad y sus alrededores en los últimos días tenía fecha de vencimiento ayer. Estaba pronosticado. Pero la virulencia de la tormenta tomó por sorpresa a la mayoría. Y, como viene ocurriendo con este tipo de fenómenos climáticos, la intensidad y duración no fue igual en todos lados. Incluso hubo diferencias importantes entre barrios vecinos.

Cerca de las 19,30, vecinos de City Bell se comunicaron con este diario para expresar su temor por la cantidad de rayos que observaban. El cielo estaba literalmente en llamas. Pero no había viento ni agua. El mismo paisaje se pudo ver desde sitios muy lejanos y distantes entre si. Hasta que sobrevino el caos.

Comenzaron a circular fotos y relatos terribles. En diagonal 73 y 22, una chapa se incrustó literalmente en un micro de la Línea Oeste. Alrededor, postes y cables caídos. La imagen tomada por la reportera gráfica de EL DIA era impactante. El chofer resultó herido y fue trasladado a un centro asistencial, con lesiones leves. Los pasajeros, ilesos.

En 9 entre 40 y 41 y en 39 entre 9 y 10, las ráfagas de vientos arrancaron de raíz a dos árboles que terminaron aplastando a otros tantos autos.

Fueron 2 de los 180 que tenían contabilizados en la Comuna en torno a las 21,45. Pudieron ser muchos más.

Los cortes de luz no perdonaron a casi nadie. El granizo, en cambio, fue selectivo. Del tamaño de pelotas de golf, según dijeron vecinos de Gonnet y de Gorina. Dispar en el centro.

En 6 y 32 todos los autos estaban sobre la rambla. El objetivo era salvarlos de las auténticas riadas que se formaron en las calles. En 7 y 524, los coches estaban sobre las veredas.

Algunos no tuvieron tiempo de subirlos a ningún sitio, como en la zona de 526 y 7, donde el agua sobrepasaba en algunos casos la altura de las ruedas. No fueron pocos los que se bajaron del coche por temor.

No sólo los vehículos fueron víctimas de árboles. En 529 y 121, al igual que en 31 y 528, cayeron sobre viviendas. La gente fue presa del pánico.

Volaron techos. El Municipio informó, diez minutos antes de las 22, casos en 31 y 528; 23 y 35; diagonal 73 y 22 (donde una chapa se incrustó en un micro); 22 y 45; 136 y 525; 21 entre 44 y 45 (una cochera).

Al Estadio Unico, por sexta vez, también se le rompió la cubierta.

Las escenas de Barrio Hipódromo eran desoladoras. Pero sólo un botón de muestra de lo que ocurrió en decenas de barriadas de la Ciudad. Los automóviles intentaban avanzar a través de 30 centímetros de agua -en promedio- y generaban olas que ingresaban a las viviendas. Sin luz, las piedras del granizo caido relucían.

En diagonal 74 y 12, una laguna. En 3 y 60 el agua iba de vereda a vereda. Pero en 6 y 528 bis, viviendas con casi un metro de agua en su interior devolvieron imágenes apocalípticas. En líneas generales el barrio La Loma y el del Estadio fueron los más comprometidos.

El Hospital Italiano tuvo que poner en marcha los equipos de generación eléctrica. Lejos de allí, en el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, sacaban el agua que había inundado pasillos y algunas salas. Lo mismo en el Hospital de Niños.

“Miedo” fue la palabra que repitieron en muchas zonas, como Villa Elvira, Tolosa, Gonnet, Los Hornos. Por el clima y por la sensación de desamparo que generaba la oscuridad total.

Los cortes de luz fueron casi generalizados aunque, en los sitios más comprometidos por el agua, causados -según la Comuna- por la empresa para evitar accidentes.

Cuadrillas municipales y Defensa Civil salieron a las calles. A las 21,03 reportaron que en muchas viviendas la inundación provino desde los desagües pluviales y cloacales. Y habían comenzado con las tareas que incluían la remoción de árboles y ramas de gran porte. “Se registró un evento meteorológico intenso, de pocos minutos, pero que afectó diversas zonas del Partido, ocasionando anegamientos temporarios y diversos inconvenientes a raíz de la caída de árboles y ramas de gran porte, al igual que postes del tendido eléctrico”, explicó el Subsecretario del área, Rodrigo Páez.

GIGANTESCO APAGÓN

No bien se disparó el primer chispazo de relámpago seguido por un fuerte trueno media ciudad se quedó a oscuras. A las siete y media de la tarde el apagón convirtió en una negrísima “boca de lobo” cuadras y cuadras del casco urbano y numerosas zonas de los barrios de la periferia platense.

De golpe se quedaron sin luz no sólo en los domicilios y comercios que a esa hora estaban abiertos, también se apagaron las luminarias del alumbrado público y los semáforos de muchas esquinas dejaron de funcionar.

En al menos tres hospitales se filtró agua y tuvieron que escurrirla a las apuradas

 

Como el gigante apagón afectó casi toda la vía pública de la Ciudad, a los vecinos se le agregó, además de la preocupación por la propia falta de electricidad en sus hogares, la inseguridad que significaba estar en medio de calles totalmente oscuras. Muchos de ellos sintieron miedo e indefensión.

De acuerdo a las decenas de llamadas que recibió EL DIA por parte de usuarios de Edelap que se quejaban, sobre todo, por la “falta de respuestas” en el “call center” de la empresa eléctrica, el corte de energía se produjo en las más diversas zonas: el barrio del Hospital Italiano, 64 y 29, 39 entre 7 y 8, 152 y 43, los alrededores del Estadio Único, 2 entre 33 y 34, las inmediaciones del Hospital de Gonnet, 1 y 57, 56 entre 27 y 28, la rotonda de diagonal 74 y 120, 31 entre 522 y 523 , 24 entre 48 y 49, 131 y 509, 14 entre 63 y 64, 48 entre 5 y 6, 19 y 44, diagonal 73 y 42, 17 entre 73 y 74, 526 y 117, 25 y 494, 17 entre 44 y 45, y la zona de la Terminal de Ómnibus.

A los usuarios de Edelap que se quedaron sin luz en plena tormenta se les juntó todo. La intensidad del temporal sorprendió a la mayoría de los vecinos de la Región, pues se esperaban, de acuerdo a lo anunciado por el Servicio Meteorológico Nacional -SMN-, chaparrones aislados con vientos leves. Sin embargo, en el momento en que se le cortaba la electricidad la gente sentía sobre todo el rigor del temporal.

Recién a las 23 en algunas zonas céntricas comenzaba a restablecerse muy lentamente el servicio.

A las nueve menos cuarto de la noche, la farmacia de 4 y 54 llevaba una hora sin servicio eléctrico. “Estoy de turno y no tengo otra alternativa que cerrar porque sin luz no puedo trabajar”, planteó, entre indignada y resignada la farmacéutica a cargo de ese local de expendio de medicamentos.

Un complejo habitacional de 37 torres de triplex situado en 31 entre 522 y 523 y extendido en tres manzanas se quedó, durante horas, completamente a oscuras. “Lo habitamos doce familias por edificio y hay mucha gente grande. Es muy feo estar sin luz y que Edelap no nos responda nada”, dijo una de las vecinas afectadas por el corte de energía en ese complejo.

Estela Viviana, vecina de 17 entre 73 y 74, se mostró furiosa por la prestación de la distribuidora eléctrica. “Me siento estafada; cobran un disparate; una tiene todas las facturas al día, y apenas llueve se corta la luz. Es más, ayer -por anteayer- que no hubo tormenta estuvimos igual todo el día sin luz”, dijo.

“ESTAMOS TRABAJANDO”

Ante la consulta de este diario producto de la inquietud generalizada de los usuarios por la falta de energía, fuentes de Edelap señalaron que la empresa “se encuentra trabajando en el marco de su Plan Operativo de Emergencias para la reparación de los daños ocasionados por la tormenta de lluvia, viento y caída de granizo”.

Según explicó la operadora eléctrica, los cortes de luz fueron causados por “las abundantes precipitaciones y ráfagas de viento que produjeron la caída de árboles, ramas de gran peso, cartelería y techos entre otros objetos contundentes sobre las líneas aéreas de distribución”.

Por su parte, el Municipio aclaró que muchas de las interrupciones del servicio de luz no fueron producto directo de fallas en el sistema, sino de medidas preventivas adoptadas por Edelap en zonas que se inundaron y donde se podía correr el riesgo de electrocución por la cercanía de las cámaras transformadoras.

En tanto que anoche desde Absa se informó que los cortes de luz “resienten el normal funcionamiento del servicio de agua potable de Absa”. “En la Planta Potabilizadora Donato Gerardi se ha registrado un corte de energía que reduce la capacidad de producción del establecimiento ocasionando posible baja presión en la zona norte de la ciudad de La Plata, Berisso y Ensenada. La misma situación se da en algunas de las perforaciones que forman parte de la red de agua de la Región”, lo que se traducía en falta de agua o baja presión.

Al cierre de esta edición la Agencia Hidrometeorológica de La Plata mantenía vigente el alerta amarillo por fuertes tormentas, con posibilidad de más caída de granizo, para la Región. “Continúan generándose tormentas y lluvias, algunas fuertes, sobre el noreste de la provincia de Buenos Aires afectando a nuestra ciudad”, alertaban hacia las 23. Las condiciones inestables, con tormentas, continuarán durante la jornada de hoy, según se pronosticó.

 

180
Arboles y grandes ramas caídos había contabilizado el personal de la Municipalidad platense a las 21,45. Hubo casos en que cayeron sobre automóviles y otros en que lo hicieron sobre viviendas. En 528 y 31, un árbol aplastó a una casa. Lo mismo ocurrió en 529 entre 121 y 122. El accidente más espectacular se dio en diagonal 73 y 22, donde una chapa se incrustó en un micro.
67,1
Milímetros de agua habían caído poco antes de las 23 en Villa Elvira, la zona de La Plata donde la lluvia registró los valores más elevados. Para la misma hora, en el centro los pluviómetros marcaban 37,8 milímetros. En el norte de la Región, Gonnet y City Bell se llevaron la peor parte. La Loma, el barrio del Estadio Unico e Hipódromo fueron los más perjudicados en torno al casco.
20
minutos alcanzaron para la devastación de varios sectores de la Región. Y es que se combinaron una lluvia muy fuerte caída en poco tiempo, ráfagas intensas de viento y algunas precipitaciones de granizo, con piedras de grandes dimensiones. Además de calles totalmente inundadas, los principales hospitales no escaparon a las consecuencias del temporal.

 

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