Una superluna que no se veía desde hace 40 años

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La tercera superluna del año alcanzó en la noche de ayer su punto de mayor visibilidad.

Esta superluna, llamada “de gusano”, de acuerdo a las denominaciones que se les asignaron a las lunas llenas los agricultores de Estados Unidos, tiene la particularidad de que coincide con el equinoccio de otoño, un fenómeno que no se producía desde hace 40 años.

Los astrónomos consideran que estamos frente a una superluna cuando son llenas y se encuentran en su punto más cercano a la Tierra, momento en que se ven un 30% más luminosas que las lunas comunes.

La NASA dice también dice que una superluna se ve un 14% más grande que una luna llena normal. Con todo, reconocen que la diferencia es difícil de distinguir a simple vista.

La de ayer fue la tercera y última superluna de 2019. A diferencia de las anteriores, no se trató de una luna de sangre, como las dos anteriores de este año, porque no coincidió con un eclipse lunar.

Según la NASA, tampoco es la más brillante puesto que la de febrero fue la más cercana a la Tierra y pudo verse en todo su esplendor durante seis horas.

Los astrónomos esperan otras tres superlunas (no llenas) para este año. Las fechas previstas para estos fenómenos celestes son el 1 y el 30 de agosto y el 28 de septiembre, cuando el satélite esté en su punto más cercano a la Tierra, aunque en este caso no será visible porque no reflejará la luz solar.

 

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