Dos para triunfar: magia y personalidad

Silva contagió a todos con sus ganas, su potencia y sus goles. Hurtado fue imparable y hasta tiró un lujo del que habla todo el mundo

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Los puntos más altos del Lobo estuvieron en la ofensiva. Se trató de dos hombres bien distintos, pero que ayer fueron complementarios para darle la valiosa victoria al conjunto tripero: Santiago Silva y Jan Hurtado.

El Tanque, desde que tuvo la chance de entrar, aprovechó cada segundo en campo. No sólo por sus goles, uno clave para empezar a soñar y el otro con un penal “picado” para liquidar la historia, sino por todo lo que contagió. Corrió, gritó, marcó y hasta se pasó de revoluciones en su afán de recuperar el balón.

En la misma sintonía Hurtado tuvo una tarde notable. Forzó tres penales (de los cuales sólo le cobraron uno) y resultó imparable para el fondo local. Hasta pudo tirar un lujo con pisada y sombrero incluidos del que se habló largo y tendido en las redes sociales.

Otro eje del equipo fue Franco Mussis, quien va recuperando su estado de forma para convertirse en el jugador que supo ser.

 

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