Secretos de la mente perruna

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El perro siempre se siente parte de una jauría humano-canina. Naturalmente elegirá como guía o líder a la persona más equilibrada del grupo y buscará congraciarse con ella. Si no hay un líder claro, es posible que compita por ese lugar con otros miembros de la “manada”.

-El perro tiene un olfato tan desarrollado que es capaz de percibir el olor que una persona emana si siente miedo. En esos casos puede que se aleje o que ataque. Dependerá, en gran medida, de lo que perciba de su guía.

-Antes de saludar a un perro es clave preguntarle al dueño/a si es amigable. Conviene no tomar su cabeza con las dos manos porque puede resultarle amenazante. Les gusta que le acaricien el cuello, debajo de la mandíbula.

-Una mirada fija puede intimidarlos. No se recomienda mirar a los ojos a los perros, sobre todo si no están con sus dueños.

-El uso de la correa en espacios públicos es parte esencial de una tenencia responsable. Además de darle tranquilidad al dueño del perro y a la persona que no lo conoce, le confiere seguridad y reglas claras al animal.

Asesoró: Nicolás Destéfano, veterinario y etólogo

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