Hay etapas en las que el futbolista está muy vulnerable
Edición Impresa | 29 de Abril de 2019 | 03:23

Por MIGUEL ANGEL RUSSO (*)
Al margen de la patología endógena, mencionamos al episodio o trastorno depresivo como consecuencia de una reacción, período de adaptación o un cambio biográfico significativo, acontecimiento vital importante o a una exposición prolongada a una situación estresante.
Quien la padece presenta una dificultar para desarrollar la actividad social, laboral o doméstica.
Se habla de una depresión reactiva, situacional. Entendemos como situación a la relación e interacción del sujeto con su medio ambiente. El eje de este trastorno es la vivencia y la vigencia de una situación depresogena prolongada, incluyendo pérdidas afectivas, emocionales, aislamiento e inactividad, como así también cambio brusco de hábitos.
Obviamente el futbolista profesional no está excluido de la arriba mencionada, como individuo y su convivencia con tensiones y exacerbación de la ansiedad ante competencias oficiales.
Los episodios depresivos, los trastornos de ansiedad o los cuadros mixtos potencian cinco veces más la posibilidad de lesiones musculotendinosas al margen de la intensidad, cargas de entrenamiento, etc.
Además, el futbolista se encuentra muy vulnerable en etapas o períodos de inactividad (lesiones) dentro de una situación de aislamiento, debe abordarse con intervenciones preventivas.
1) Cuidado de salud psicofísica del individuo.
2) Detección y diagnóstico de la patología.
3) Prevención de lesiones musculotendinosas.
4) Reutilizar la disminución del rendimiento deportivo.
(*) Médico Especialista Jerarquizado en Psiquiatría y Pscicología Médica
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