Que sigan las ferias de vinos

Estos eventos se organizan cada vez más seguido y con un público que, entre expertos y curiosos, crece año tras año en el país

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Por PABLO AMADO

vivirbien@eldia.com

Con el avance del tiempo, las ferias o exposiciones de vinos, se fueron incrementando en cantidad y concurrencia. Esto está vinculado, entre otras cosas, al interés de las bodegas por acercarse a los consumidores y a la intriga e inquietud de los asistentes en conocer nuevas etiquetas y productores.

En nuestro país, esta clase de eventos, tiene diferentes perfiles pero en su gran mayoría comparten un fin común: ofrecer su portfolio completo o parte de él, para que el consumidor pueda degustarlo en el momento, con el profesional especializado cara a cara.

Por lo general, los stands están atendidos por el enólogo que elaboró el vino, un sommelier contratado por la bodega, un gerente de ventas y en algunos casos, hasta el propietario de la finca.

En Argentina, existe un importante calendario de ferias que no sólo se centran en los lugares neurálgicos como Mendoza, Buenos Aires o Córdoba, sino también a lo largo y ancho del territorio.

LA PLATA. La capital bonaerense, pese a estar separada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por 60 kilómetros, tiene su nutrida agenda de eventos vitivinícolas. El público platense, asiste en buen número y muchos de ellos, concurren en busca de novedades en el mercado.

El promedio de público que visita una feria en nuestra ciudad, ronda las 400 personas. Un número más que interesante, si se tiene en cuenta que los involucrados en el mundo del vino, por lo general, son los mismos. Esto significa que la gente asistente a las ferias, se renueva y de acuerdo a la temática en la que está orientada, opta por participar o no.

TEMÁTICAS. Aunque el objetivo final, es presentar las producciones elaboradas, detrás de cada “expo”, existe un trasfondo que la convierte más social. Algunas se realizan un día, otras, dos y en raras ocasiones, hasta tres días.

Acorde a su envergadura, pueden llevarse a cabo en un hotel, en un centro de convenciones, o directamente en predios gigantescos. En cuanto a la temática, pueden ser “de lujo”, de vinos “raros”, abierta a todas las bodegas, o de una región productora en particular, con música en vivo, de una sola cepa, orgánicos, etc.

Relaciones comerciales. Es común, que se generen vínculos comerciales entre los asistentes y las bodegas. Se pueden producir con dueños de vinotecas, restaurantes, representantes de hoteles y hasta importadores.

Algunas de ellas, mientras se desarrolla la exposición, en salones contiguos, existen charlas de profesionales con distintas temáticas para los interesados.

El promedio de público que visita una feria en nuestra ciudad, ronda las 400 personas

 

EN AVANZADA. Por suerte, las ferias de vinos se están expandiendo en mayor proporción, haciendo de estos eventos junto con las degustaciones, los cursos, y las carreras afines, una herramienta muy poderosa para la difusión de la cultura del vino.

El consumidor fue perdiendo el miedo a no saber de vinos y cada vez se anima más a participar y conocer el mundo vitivinícola. Por eso, muchos medios de comunicación comenzaron a brindarles espacios a todo lo concerniente al vino donde cada vez más, el lector se interioriza y descubre novedades.

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