Coimas, drogas y hasta tierras: corrupción para entender las balas

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El Fiat Spazio, que quedó desintegrado tras el impacto con el camión en la colectora, tenía 3 agujeros de bala, una cámara municipal mostró a un efectivo sacando medio cuerpo por la ventana -en acción de tiro- y los vecinos de la avenida que lleva desde la laguna al punto del choque oyeron balazos y levantaron casquillos. Una vez que la evidencia mostró la masacre y la comisaría local quedó expuesta en su presentación de un “accidente”, se corrió el velo. Aparecieron una serie de denuncias que indican a algunos de los 60 policías de la localidad como integrantes de una banda criminal, dedicada al narcotráfico, al cobro de coimas a comerciantes y hasta el apoyo a una organización de usurpadores.

Los investigadores ya tomaron las primeras dos temáticas. Creen que explicar ese comportamiento quizás eche luz sobre la persecución, por 2 ó 3 kilómetros, entre el barrio Montemar y la ruta 3. No se descarta que los chicos hayan visto algo que comprometía a los policías e incluso los hayan grabado.

Por eso, se aguardan los peritajes en los teléfonos hallados en el punto de choque. También los secuestrados a los policías.

Mientras tanto, en la rotonda debajo de la cámara municipal que tomó a un policía tirando, hay presencia de la Gendarmería. “Están en guardia y custodia de testigos”, dijo una fuente vinculada a la causa.

Este diario habló con vecinos que señalan en Monte a policías en la recaudación de coimas de entre 4 y 5 mil pesos a talleristas “flojos de papeles”. La versión fue relativizada por una fuente del Municipio: “puede ser que haya habido algún caso, pero no que funcione como una red”, se indicó.

Del mismo modo, se señaló que en el pueblo el negocio de la droga es chico. Aunque se admitió la posibilidad de que la zona rural circundante pudiera servir a la logística de distribución mediante avionetas.

El abogado platense Guillermo Miralles, con experiencia en litigios en Cañuelas, indicó que “la Policía de Monte actuaba como uno de los elementos de una organización dedicada a la usurpación y el narco tráfico”.

Según el letrado, la banda contó con cobertura política hasta el último recambio de autoridades. “Desde entonces, la organización quedó desmembrada y ya no responde a una cabeza”.

Por la masacre cayó detenido el comisario local, el jefe de la Policía Comunal, los policías que hacían papeles aquella noche y los 5 tripulantes de dos patrullas. A cuatro los acusan por homicidio, pero dos habrían sido los tiradores. En tanto, el Ministerio de Seguridad desplazó a los jefes regionales, con reproches por sostener la versión local del accidente en medio de protestas y con evidencia circulando en las redes sociales.

 

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