El Vaticano le abriría la puerta a sacerdotes casados

Es solamente para la región de la Amazonia, pero se lo considera un “giro histórico”. Sería el primer paso para flexibilizar el celibato

Edición Impresa

El Vaticano aceptó ayer que “se estudie la posibilidad” de la ordenación sacerdotal de hombres casados en la Amazonia, y abrió la discusión para “identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer”, como una forma de responder a las “necesidades” de los pueblos de la zona.

En un giro histórico, la Santa Sede dio así el primer paso oficial para flexibilizar el celibato en términos muy precisos, a través de la ordenación de los denominados “viri probati”, como se conocía históricamente a los hombres casados con funciones sacerdotales.

De cara al Sínodo sobre la Amazonia que se celebrará en Roma del 6 al 27 de octubre, el Vaticano dio a conocer ayer el instrumento de trabajo que dentro de las “sugerencias” que propone a los participantes del encuentro está la de crear “nuevos ministerios para responder de modo más eficaz a las necesidades de los pueblos amazónicos”.

En ese marco, el documento presentado sostiene que, “afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana”.

La propuesta constituye una flexibilización histórica al celibato, instituido en los dos Concilios de Letrán: el primero, en 1123, el segundo en 1139, como una forma de defender la disponibilidad total del sacerdote.

Entre las otras sugerencias planteadas por el documento que servirá de base a los participantes del Sínodo de octubre, se pide “identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan en la Iglesia amazónica”.

En junio de 2018, un documento preparatorio al Sínodo ya había introducido los pedidos de estudio de las hipótesis de ordenaciones para hombres casados y mujeres en las comunidades remotas, y había convocado a iniciar un “proceso de discernimiento” en esa dirección.

El “Instrumentum laboris” pide además “promover vocaciones autóctonas de varones y mujeres como respuesta a las necesidades de atención pastoral-sacramental; su contribución decisiva está en el impulso a una auténtica evangelización desde la perspectiva indígena, según sus usos y costumbres”.

“Se trata de indígenas que prediquen a indígenas desde un profundo conocimiento de su cultura y de su lengua, capaces de comunicar el mensaje del evangelio con la fuerza y eficacia de quien tiene su bagaje cultural”, agrega el documento de trabajo para la reunión de la que participará, entre otros, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea.

El enfoque que pide el Vaticano reconoce también que “en el campo eclesial la presencia femenina en las comunidades no es siempre valorada”.

Con fuertes críticas al extractivismo, en sus 147 puntos, el documento hace hincapié también en la denuncia de que “la corrupción en la Amazonia afecta seriamente la vida de sus pueblos y territorios”.

EL DEBATE

El Vaticano abrió así oficialmente el debate sobre permitir la ordenación de hombres casados como sacerdotes en zonas remotas de la Amazonia, donde hay tan pocos que los feligreses pueden pasar semanas o meses sin ir a misa.

La reunión que se llevará a cabo del 6 al 27 de octubre sobre las necesidades sacramentales y ambientales de la Amazonia juntará a sacerdotes de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

Los sacerdotes de Brasil han presionado desde hace tiempo a la iglesia para que considere la ordenación de “viri probati” -los hombres casados que prueban su virtud- en las zonas más alejadas de la Amazonia, donde se estima que hay un sacerdote por cada 10.000 católicos.

La cuestión del celibato ha sido un pilar en el debate católico dado que es una disciplina, no una doctrina, y por ende puede cambiar.

La Iglesia ha tenido esa tradición desde el siglo XI, impuesta en parte para que se ahorrara la carga financiera de mantener a grandes familias y para garantizar que cualquier posesión del sacerdote pasara a la iglesia, y no a sus herederos.

Los partidarios de la flexibilización de la regla dicen que más hombres considerarían una vocación al sacerdocio si pudieran casarse, una solución segura a la disminución de los sacerdotes a nivel mundial. Pero los detractores señalan que dicha flexibilización para la Amazonia generará peticiones para que se haga lo mismo en otras partes.

 

Vaticano
Sacerdotes casados
Amazonia
celibato
Santa Sede
viri probati
Roma
Concilios de Letrán

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE