Detienen al ex árbitro Bustos por nuevos casos de acoso
Edición Impresa | 8 de Junio de 2019 | 03:42

El ex árbitro Martín Bustos -quien estuvo preso en la causa que investiga abusos a menores en el club Independiente- fue detenido nuevamente en Rosario por “grooming”, al intentar contactar a un jugador de 14 años de Newell’s haciéndose pasar por masajista, informaron ayer desde la fiscalía que lleva la investigación.
A partir de esta detención, tanto la fiscalía de Rosario como la de Avellaneda -a cargo de la causa Independiente- pedirán la prisión preventiva de Bustos, quien había recuperado la libertad el pasado 13 de septiembre tras estar detenido durante seis meses. Fuentes judiciales con acceso a la causa de Independiente aseguraron que desde hacía varios meses la fiscal Soledad Garibaldi, de la UFI 4 de Avellaneda, seguía los pasos de Bustos porque tanto el árbitro como Leonardo Cohen Arazi -otro de los acusados- venían solicitando en “forma recurrente permisos para viajar al interior del país”.
Bustos, el relacionista público Cohen Arazi y el representante de futbolistas Alberto Ponte recuperaron su libertad por decisión de la Cámara de Apelaciones que, además, decidió bajarles la imputación de abuso de menores a corrupción de menores. Una de los requisitos para seguir en libertad fue no alejarse a más de 200 kilómetros de la fiscalía de Avellaneda, por eso Garibaldi comenzó a sospechar cuando los pedidos de viaje de Bustos y Cohen Arazi se repetían. Bustos fue detenido ayer por la noche luego de haber sido denunciado por el club de Rosario por contactar a un jugador de las divisiones inferiores a quien, además, le pidió que hiciera de nexo para llegar a otros jugadores.
Según contó Sebastián Carranza, vocero de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos Sexuales de Rosario, Bustos habría intercambiado varios mensajes con el menor, en los que se hacía pasar por masajista. En un comunicado, el club señaló que fue detectada “una amenaza de tipo grooming -o engaño pederasta-”, la cual “fue desactiva en forma inmediata a través de la aplicación de los protocolos previstos para estos casos”. Bustos usaba su nombre de pila pero no su apellido y aunque nunca llegó a tener contacto personal con el menor, al joven le resultaron sospechosos los mensajes y el último miércoles decidió contárselo al psicólogo del club, que de inmediato hizo la denuncia en la fiscalía a cargo de Carla Cerliani.
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