Atenas se hizo fuerte en casa y se quedó con el primer juego final frente a Unión

Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

Atenas dio el primer paso en la gran final del Apertura del básquet local, al imponerse por 82 a 75 a Unión Vecinal, en una definición que es al mejor de tres juegos y que tendrá su segundo capítulo el miércoles entrante en casa del Amarillo.

El partido comenzó tal cual esperado. Con defensas muy físicas y la intensidad característica de los juegos decisivos, los primeros minutos mostraron mejor a Unión. La defensa zonal de los de Navazzo complicó a los de Remaggi y fue factor. Ante esta situación, el Amarillo logró incomodar a su rival y aprovechar las pérdidas y malas decisiones para correr la cancha y sacar una luz inicial. De esta manera, la visita se adelantó por 7 a 2, lo que provocó el primer tiempo muerto local. Tras el mismo, el Griego fue otro, mejoró en su costado y encontró en Schroeder su principal vía de gol. Pese a comenzar perdiendo, Atenas logró darlo vuelta y se quedó con el primer chico por 17-14.

En el segundo, la paridad fue la gran protagonista. Sin embargo, Atenas impuso el ritmo, presionó alto en su costado y obligó a Unión a jugar lejos del cesto. De esta manera, parecía que los de Remaggi iban a ampliar el margen de cara al descanso largo tras una luz de 31-26, pero el Amarillo reaccionó con un triple de Winschel para cerrar el 31-29 con el que se fue la primera mitad.

En la segunda mitad, Atenas logró imponer dinámica en su ataque y encontró los espacios dentro de una zona de Unión que se fue desdibujando. Alimentándose de adentro hacia afuera, el Griego lastimó de larga distancia, con Schroeder y Rosende como sus estandartes. De esta manera, el local creció en ambos costados, le cerró los caminos al Amarillo y con una última corrida de Surace decretó la máxima de 11 (61-50), para entrar a los últimos diez.

En el tercer período, el Rojo anotó 30 puntos, dejando en claro que tuvo un lapso de gran precisión en ataque. Logró prácticamente la misma cantidad de puntos que a lo largo de todo el primer tiempo del juego final.

En el último, el Griego amplió el dominio. Muy cómodo en el ataque, el equipo de Remaggi logró estirar la máxima a 14 (66-52) en pocos minutos. A partir de allí, parecía que Atenas se encaminaría a una victoria amplía. Sin embargo, Unión no se rindió y manifestó las credenciales que lo pusieron en el juego decisivo. Con Álvarez como la bandera en el ataque y el esfuerzo de Bruno y Heck en defensa, los de Navazzo presionaron alto con la 1-2-2 utilizada en casi todo el juego e incomodaron al local. Ante esta situación, la visita fue descontando poco a poco para ponerse a apenas cinco (77-72) con menos de un minuto por jugar. Pese a esto, y tras un minuto pedido desde su banca, Zulberti tomó la bola en el eje y encaró el aro para conseguir un doble y falta decisivo, que terminó de bajarle el telón a este primer acto, en el que el Rojo defendió su hogar ganando 82-75.