Con el dueño adentro, destrozaron a tiros el blíndex de una oficina en un súper chino

Actuaron dos motochorros. Para sacar al comerciante y acceder a la caja, hicieron tres disparos, sin herir a nadie. Luego huyeron

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Eran las 8 de la noche del viernes y un grupo de clientes hacía la cola en la caja de un supermercado chino del barrio El Mondongo, sin imaginar que apenas unos segundos después iba a estallar -ahí mismo- una balacera que, increíblemente, terminó sin heridos.

Fue después de que irrumpieron dos jóvenes encapuchados, con un arma de fuego cada uno, que enseguida intentaron entrar por la fuerza en la oficina del negocio “Superceibo”, emplazado en avenida 122 entre 67 y 68.

Dentro de esa dependencia se encontraba el propietario del negocio, quien rápidamente intuyó la intención de ambos desconocidos al observarlos a través de las cámaras de monitoreo del comercio.

Eso explica lo que ocurrió inmediatamente después, cuando esos delincuentes se mostraron decididos a entrar, como fuera.

DISPUESTOS A TODO

Uno de los empleados del autoservicio, Andrés Tous (19), contó a este diario que “el dueño del local se paró del lado de adentro de la puerta de la oficina e hizo fuerza para que estos pibes no lograran meterse”.

Ofuscados por esa resistencia, ambos delincuentes acordaron abrir fuego: “Dispararon tres tiros contra el vidrio de la ventana de la oficina”, detalló Tous, destruyéndolo.

El muchacho aseguró saber que “uno de los ladrones tenía una pistola 9 milímetros y el otro un revólver calibre 22”.

Inmerso en un lógico pánico por el ataque, según lo relatado por Andrés, “el dueño del local salió rápido, agachado y se dirigió hasta el sector de la carnicería”, buscando refugio para ponerse a salvo de las balas.

“De milagro no lo hirieron”, reflexionó el empleado.

Pero los asaltantes tenían en claro que su principal objetivo en este comercio era robar. Y a eso se dedicaron cuando finalmente entraron en la oficina.

Consultado sobre lo sustraído, Andrés indicó que “de la oficina agarraron las carteras de dos empleadas, llevándose entre ambas 500 pesos y la documentación que tenían” en esos bolsos.

No conformes, se abocaron luego a vaciar las dos registradoras. “De las cajas robaron entre 6.000 y 7.000 pesos”, sostuvo el empleado.

Por otra parte, Andrés no obvió mencionar que al momento de entrar los maleantes “yo estaba en el fondo del negocio, donde atendía a su vez la empleada de la fiambrería y hacia donde escapó corriendo la única cajera”. Eso ante la aterrada mirada de los “cuatro o cinco clientes” que estaban en la cola de la caja cuando se desató el infierno.

El joven calculó que los ladrones “habrán estado acá unos 10 minutos” y confirmó que “quedaron filmados” por el sistema de monitoreo del local.

Del desagradable episodio, rescató que “al menos no golpearon, no ataron ni encerraron a nadie”, aunque reconoció que “el susto más grande se lo llevó el propietario” del autoservicio, porque cualquiera de los tres disparos que hicieron los delincuentes podrían haberlo alcanzado”.

Citó que fue el primer caso de inseguridad que se vivió allí “desde que abrió en octubre pasado”. Los ladrones escaparon en moto y hasta anoche continuaban prófugos. En el lugar trabajó Policía Científica.

 

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